2 mayo, 2013Las acciones del Primero de Mayo en Swazilandia se suspendieron después de que la policía desatara la violencia contra los trabajadores que se habían congregado en una manifestación convocada por la federación laboral TUCOSWA.
Los trabajadores trataban de resistirse a la confiscación por la policía de una pancarta en la que exigían el reconocimiento de la federación laboral, la Trade Union Confederation of Swaziland (TUCOSWA). Los líderes secundarios de la TUCOSWA decidieron desconvocar la manifestación. ¿Por qué ellos? Porque la policía había sometido a arresto domiciliario a la dirección superior de la TUCOSWA durante el día.
El presidente de la federación, Barnes Dlamini, y el primer secretario general adjunto, Mduduzi Gina, fueron detenidos en una redada en las oficinas de la TUCOSWA el 1 de mayo por la mañana, llevándolos primero a la comisaría y luego a sus hogares. En total, cinco de los líderes de la federación fueron puestos bajo arresto domiciliario, entre ellos el secretario general, Vincent Ncongwane, el segundo secretario general adjunto, Muzi Mhlanga, y el tesorero general adjunto, Jabulile Shiba.
La policía también trató de impedir que los trabajadores acudieran a la manifestación haciendo bajar a los simpatizantes de la TUCOSWA de los autobuses en controles de carretera establecidos en todo el país.
La TUCOSWA había mantenido los planes para la manifestación del Primero de Mayo, a pesar de no poder lograr una prohibición urgente de la interrupción del acto por la policía. La dirección de la TUCOSWA sostiene que el tribunal no decretó que no podían celebrar una manifestación, sino meramente que el tribunal no podía ofrecer protección porque el Estado se niega a reconocer a la federación, a pesar de que el tribunal había instado al Gobierno a que lo hiciera.
En un fallo judicial anterior sobre la legalidad de la TUCOSWA se negó legitimidad a la federación sobre la base de la falta de legislación que pudiera orientar al tribunal respecto al registro de una federación en Swazilandia. En la sentencia se declaró que la TUCOSWA debía esperar a que se modificara la ley y que, hasta ese momento, el Gobierno debía llegar a un acuerdo de reconocimiento con la TUCOSWA mediante un memorando de entendimiento. La dirección de la TUCOSWA informa de que el Gobierno swazi se ha negado a formalizar ese acuerdo.
Han aumentado las violaciones de los derechos humanos en Swazilandia el último mes. El 12 de abril, día en que el Rey swazi declaró un estado de emergencia hace ahora 40 años, Wonder Mkhonza, un sindicalista y activista político fue detenido acusado de sedición por supuestamente poseer folletos en el que se promocionaba al partido político prohibido Pudemo. A Mkhonza se le negó la libertad bajo fianza y está en prisión preventiva prolongada en una cárcel de máxima seguridad. Se teme por su seguridad, porque es sabido que la policía de Swazilandia hace uso excesivo de la fuerza, incluida la tortura.
Al menos otros tres activistas políticos han sido asimismo detenidos en abril con cargos similares. También el mismo mes, Swaziland Independent Publishers y su redactor, Bheki Makhubu, han sido multados con 40.000 euros o una pena de prisión de dos años por escandalizar al tribunal en dos artículos en que criticaban al poder judicial por la manera de tratar derechos fundamentales.