21 mayo, 2014Tras la brutal represión que lanzó el gobierno de Camboya contra las protestas salariales de enero, que dejó un saldo de cuatro muertos, 39 heridos y 23 personas en la cárcel, los derechos de los trabajadores de la confección en ese país han llegado a ser prioridad para IndustriALL Global Union.
Informe
Text: Léonie Guguen
Luego, se prohibieron las manifestaciones públicas y se suspendió la libertad de sindicación; las fábricas de ropa han entablado juicios con un costo de varios millones de dólares contra los dirigentes sindicales. Los sindicatos mundiales y las marcas internacionales se han unido para denunciar violencia contra los manifestantes que protestan por los sueldos, pidiendo reiteradamente al gobierno de Camboya establecer una vía para lograr un salario mínimo vital y la liberación de los detenidos.
Ha sido muy importante el papel que ha desempeñado IndustriALL al encabezar la campaña mundial de solidaridad en apoyo a los trabajadores de la confección que luchan por un aumento del salario mínimo, y también por la liberación de 21 de las 23 personas que todavía se hallan en prisión, encarceladas por manifestar contra los bajos sueldos.
En momentos en que el futuro de los trabajadores de la confección en Camboya pende de un hilo, IndustriALL, junto con UNI Global Union y la Confederación Sindical Internacional (CSI), ha permanecido en constantes conversaciones para mantener abiertos los canales de comunicación entre los trabajadores de la confección, los propietarios de las fábricas y el gobierno. En colaboración con la UNI, la CSI y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), IndustriALL ha logrado hasta ahora el respaldo de 30 marcas internacionales de ropa, después de sucesivas reuniones y comunicaciones con el gobierno camboyano.
Violenta respuesta a la exigencia de aumento del salario mínimo
El salario mínimo de US$80 mensuales era uno de los más bajos del mundo.
IndustriALL cuenta con ocho organizaciones afiliadas en Camboya que representan a trabajadores y trabajadoras de la confección. En diciembre de 2013, IndustriALL y los sindicatos afiliados organizaron tres reuniones clave con los sindicatos con el propósito de identificar una cifra, aceptable para todos, para el salario mínimo que se iba a llevar a la mesa de negociaciones: se acordó un monto de US$160 mensuales. Todavía no alcanzaba a ser un salario digno, sin embargo fue un paso adelante para los 400.000 trabajadores y trabajadoras de la confección que generan exportaciones con un valor de US$5 mil millones anuales.
Sin embargo, el gobierno y los empresarios solamente aceptaron una cifra total de US$95, que posteriormente fue modificada a US$100 mensuales. Los días 2 y 3 de enero de este año se realizaron manifestaciones masivas y huelgas para exigir el nuevo salario de US$160 que se había llevado a la mesa de negociaciones.
Estas protestas fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas de seguridad del gobierno, con trágicas consecuencias. La policía disparó contra los manifestantes, matando a cuatro de ellos, y dejando a 39 heridos graves. No ha sido la primera vez que se ha utilizado fuerza mortífera en contra de los trabajadores de la confección. En noviembre del año pasado, una trabajadora de la confección murió a consecuencia de una arremetida de la policía con sus camiones cisternas lanza agua; en esa ocasión los manifestantes también fueron golpeados por la policía.
Esa terrible violencia de enero desatada contra los trabajadores provocó una protesta mundial; los sindicatos en Tailandia y Corea protestaron frente a las embajadas de Camboya en solidaridad con los trabajadores de la confección. En una carta dirigida al Primer Ministro Hun Sen, los sindicatos y las marcas manifestaron su repudio a la violencia por parte de las autoridades de Camboya, exigiendo justicia y garantías para que no vuelva a suceder nunca más.
Durante los últimos 28 años Camboya ha sido gobernada por Hun Sen, un desertor del régimen del Khmer Rouge. Ha dicho que gobernará su país hasta que cumpla 74 años.
Ganó por poco las elecciones generales de julio de 2013, lo que le permitió continuar en el poder, pero las elecciones fueron denunciadas por la oposición, el Partido Nacional de Rescate de Camboya (CNRP), que decía haber perdido 2,3 millones de votos, debido al fraude electoral generalizado. El Partido del Pueblo Camboyano gobernante obtuvo 68 escaños en el Parlamento en comparación con 55 del CNRP.
Después de las huelgas realizadas en enero, se han prohibido las manifestaciones públicas, y 21 personas que participaron en las manifestaciones por cuestiones de salario han quedado en la cárcel prácticamente incomunicadas y sin juicio.
Trabajadores de todo el mundo manifestaron su apoyo
IndustriALL encabezó el día mundial de acción de los afiliados sindicales y organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, en solidaridad con los detenidos, exigiendo su liberación antes de una audiencia del 11 de febrero sobre libertad bajo fianza.
Los afiliados de IndustriALL organizaron manifestaciones y entregaron cartas personalmente a las embajadas de Camboya en Bruselas, Canberra, Dhaka, Ginebra, Honduras, Hong Kong, Yakarta, Manila, Seúl, Sri Lanka, Tokio y Washington DC. Los afiliados en muchos otros países de diferentes partes del mundo también enviaron cartas o peticiones dirigidas a las embajadas de Camboya.
Está claro el mensaje dirigido a las autoridades de Camboya,
dijo Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL.
No vamos a parar hasta que se ponga en libertad a todos los trabajadores detenidos.
Una semana después de que se les negara la libertad bajo fianza a los detenidos, las marcas H&M, Inditex, Gap, C&A y Puma se reunieron con IndustriALL y la CSI en un encuentro de alto nivel en la capital Phnom Penh, cuyo anfitrión fue el Primer Ministro Adjunto Keat Chhon, con varios ministros, incluyendo a los Ministros de Trabajo y Comercio y otros altos funcionarios del gobierno. En un franco diálogo, las marcas manifestaron su deseo de estabilidad, un mecanismo salarial funcional y buenas relaciones laborales.
Sin embargo, después de la reunión, el gobierno suspendió de forma alarmante la libertad de sindicación de los trabajadores de Camboya, denegando el registro de nuevos sindicatos hasta que se apruebe la nueva ley sindical, lo cual posiblemente no sea hasta finales del año.
El hecho de que el gobierno haya suspendido la libertad de sindicación es una violación directa del Convenio 87 de la OIT, que había sido ratificado por Camboya. Dicho Convenio garantiza el derecho de los trabajadores y de los empleadores, sin ninguna distinción, de constituir y afiliarse a las organizaciones que estimen convenientes, sin autorización previa.
En un nuevo acto de discriminación contra los sindicatos, el Ministerio de Trabajo ahora exige que los dirigentes sindicales demuestren que no tienen antecedentes penales antes de poder registrar nuevos sindicatos locales de su organización.
La Asociación de Fabricantes de Ropa de Camboya (GMAC), que no ha objetado ni denunciado el uso de fuerza letal por parte del gobierno contra los manifestantes, también ha tomado represalias contra seis dirigentes sindicales, llevándolos a la corte, exigiendo una compensación de US$72 millones por los daños a las fábricas durante las protestas.
Las marcas se unen a los sindicatos mundiales, comprometiéndose a defender sueldos y derechos
En respuesta al deterioro de las relaciones entre los trabajadores de la confección, el gobierno y los dueños de las fábricas, IndustriALL, UNI y la CSI, junto con 30 marcas importantes, como H&M, Inditex, Gap, Adidas y Nike, firmaron, el 14 de marzo, una carta conjunta dirigida al Vice Primer Ministro de Camboya, pidiendo se establezca rápidamente un mecanismo en el que puedan participar todas las partes interesadas, para determinar el salario mínimo, la libertad de sindicación, y el respeto a los derechos de los 21 detenidos.
Si bien se reconoce el derecho de los propietarios de las fábricas para pedir reparación a cualquier persona que se compruebe haber cometido daño criminal a su propiedad, las marcas y los sindicatos también expresaron temor de que la propuesta acción legal en contra de los sindicatos agrave la situación, haciendo que sea más difícil encontrar soluciones constructivas.
Los sindicatos mundiales y las marcas internacionales se han unido en una campaña para hallar una solución al estancamiento sobre el salario mínimo,
así se expresó Raina, sin dejar de reconocer que todas las marcas deben comprometerse a pagar más a los proveedores para cubrir los costos del aumento de los salarios.
El impacto de los incrementos salariales en el precio de venta será insignificante para las marcas, sin embargo para los trabajadores de la confección sería un cambio de vida. Las marcas deben prometer a los propietarios de las fábricas que están dispuestas a tomar en cuenta el salario mínimo de US$160, cubriendo el costo adicional.
IndustriALL continuará su campaña por los derechos de los trabajadores en Camboya, para garantizar un salario digno y el derecho a la libertad de sindicación y negociación colectiva, sin temor a la violencia.