4 febrero, 2016Hablando en una conferencia de prensa conjunta celebrada hoy en Yakarta, Sharan Burrow y Jyrki Raina, Secretarios Generales de la CSI e IndustriALL respectivamente, instaron al gobierno de Indonesia volver a la mesa de negociaciones con los sindicatos para debatir sobre un salario mínimo vital.
La visita de los dos dirigentes de sindicatos mundiales se concretó después de que el gobierno de Indonesia promulgara el Reglamento No.78/2015 sobre la determinación de salarios, firmado en octubre de 2015, que en efecto niega a los trabajadores tener una voz colectiva en el proceso de negociación salarial anual. El reglamento en cuestión limita aumentos del salario mínimo a una acumulación de la tasa de inflación anual y la cifra de crecimiento del PIB.
Los sindicatos se opusieron a la mencionada decisión, con fuerte apoyo de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y de IndustriALL Global Union. La policía utilizó gas lacrimógeno, cañones lanza agua y golpizas para parar las protestas en octubre y noviembre del año pasado.
Dirigiéndose a la conferencia de prensa realizada el 4 de febrero en Yakarta, Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, dijo que estaba sorprendida y decepcionada por la decisión del Gobierno de marginar a los sindicatos, dejándolos fuera de un proceso democrático, imponiendo en su lugar una decisión unilateral.
“Instamos al gobierno de Indonesia para que recapacite sobre esta decisión, volviendo a incorporar a los sindicatos en el proceso de fijación del salario mínimo. Sin condiciones dignas de vida para los trabajadores, y sueldos con que las personas puedan vivir con dignidad, las economías no crecen”.
Por su parte, Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL Global Union, hizo hincapié en el salario mínimo, que actualmente oscila entre US$ 103 a 224 por mes, lo cual es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias. La desigualdad está aumentando, lo que podría dar lugar a más disturbios sociales.
“Un salario digno es una solución que favorece a todas las partes: es bueno tanto para los trabajadores y sus familias, como para la economía, debido al aumento del poder adquisitivo, el crecimiento económico y la creación de nuevos puestos de trabajo”.
Said Iqbal, Presidente del KSPI, y Eduard Marpaung, Secretario General del KSBSI, agregaron que el coeficiente GINI para medir la desigualdad ha aumentado de 0,30 en el año 2000 a 0,41 en 2015. Esto demuestra que los frutos del crecimiento económico se han distribuido de manera desigual en beneficio de los ricos.
En el foro de la CSI sobre el salario mínimo, que se realizó el mismo día en Yakarta, Indonesia, los trabajadores de Indonesia dieron testimonio de sus penurias y se comprometieron a hacer todo lo necesario para lograr una vida digna para sus familias. El porcentaje que labora con un salario mínimo asciende a un 75% de la fuerza de trabajo.
Los sindicatos en Indonesia afirman que los consejos para determinar salarios han sido elementos clave para el desarrollo de la ciudadanía económica y política en el ámbito local. Estos consejos constituyen uno de los pocos espacios donde los trabajadores pueden reunirse con los empresarios y el gobierno, y donde se pueden satisfacer sus necesidades, a través de un mecanismo institucionalizado. Este sistema se va a destruir si se reemplazan los consejos por procedimientos burocráticos que impiden la participación significativa, dejando a los sindicatos sin más remedio que recurrir a acciones de masas.
IndustriALL y la CSI han declarado su apoyo a las reivindicaciones de los sindicatos, instando al gobierno a hacer lo siguiente:
- Retirar el reglamento gubernamental sobre el salario mínimo, no. 78/2015, que contradice la legislación laboral no. 13/2003, actas 88 y 89
- Incluir 84 artículos en lugar de 60 en la norma para establecer el costo de vida decente
- Aumentar el salario mínimo en un 2,6%, y todos los salarios en IDR 500.000 (US$ 36) en el año 2016