12 marzo, 2021Mientras las fuerzas armadas de Myanmar se niegan a respetar la democracia y devolver el poder, el movimiento de desobediencia civil continúa. De cara al aumento del uso de la violencia por parte del ejército contra los manifestantes pacíficos, los sindicatos de este país reiteran la necesidad urgente de imponer sanciones económicas.
En una entrevista con Worker’s Liberty, Khaing Zar, el presidente de la IWFM, organización afiliada a IndustriALL, expresó que las sanciones económicas anteriores contra Myanmar fueron las que permitieron llevar adelante unas elecciones más democráticas en primer lugar.
“Estamos pidiendo a la comunidad internacional y a los gobiernos que impongan sanciones económicas integrales para detener todo flujo financiero hacia las fuerzas armadas. Exhortamos a las instituciones financieras internacionales a que congelen todas las actividades dentro de Myanmar”,
declaró Khaing Zar.
A principios de esta semana, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó la violencia en Myanmar y pidió al ejército que actúe con moderación. Estados Unidos impuso sanciones a dos hijos del comandante en jefe de Myanmar y a seis empresas que controlan.
IndustriALL se ha puesto en contacto con empresas multinacionales que operan en Myanmar, a las que instó a tomar medidas para proteger los derechos humanos y laborales fundamentales mediante la diligencia debida. Esto incluyó a empresas de energía como Shell, EDF, Engie, Total y Eni.
“Las empresas deben asegurarse de que sus proveedores y actividades comerciales no contribuyan o agraven las violaciones de derechos humanos, y que ningún trabajador o dirigente sindical sea sancionado por unirse a manifestaciones pacíficas contra el golpe”,
expresó Valter Sanches, el secretario general de IndustriALL.
El mes pasado, por iniciativa de IndustriALL, las marcas globales que se abastecen de prendas confeccionadas en Myanmar publicaron una declaración conjunta en la que reafirmaron su compromiso con los estándares democráticos:
“como empresas, estamos comprometidas a respetar plenamente los derechos humanos y laborales en nuestras operaciones y cadenas de suministro, en particular el derecho a la libertad de reunión pacífica, la libertad de opinión y la libertad de asociación en virtud de la Declaración Universal de Derechos Humanos”.
Valter Sanches declaró:
“Apoyamos el pedido de los ciudadanos de Myanmar a favor de una campaña global para ‘Dejar de comprarle a la junta militar y pedir a las empresas que utilicen su influencia para asegurar la liberación de los detenidos, restaurar las instituciones democráticas y garantizar los derechos humanos y laborales de todos los trabajadores de Myanmar, especialmente la libertad de asociación, el derecho a la manifestación pacífica y la libertad de expresión’”.