28 junio, 2023IndustriALL Global Union y UNI Global Union condenan, en los términos más enérgicos posibles, el asesinato del dirigente sindical Shahidul Islam Shahid el 25 de junio en Gazipur, Bangladesh.
Shahidul Islam Shahid presidía la sección de Gazipur de la Federación de Trabajadores Industriales y de la Confección de Bangladesh (BGIWF), afiliada a IndustriALL.
El dirigente fue asesinado en la zona de Gazipur el domingo por la noche. Según los colegas de Shahid, unos delincuentes locales lo atacaron por reclamar el pago de los salarios de los trabajadores de la empresa Prince Jacquard Sweater Limited. Otros tres dirigentes sindicales resultaron heridos en este episodio: Md Mostafa Kamal, Ahmed Sharif y Akkas Ali.
Según fuentes locales, las y los trabajadores de Prince Jacquard Sweater Limited estaban descontentos por la falta de pago de sus salarios, pendientes hace dos meses, y del bono por el Aíd. Shahidul Islam Shahid planteó el tema a los propietarios de la empresa en nombre del personal. Se suponía que se pagarían los salarios y las bonificaciones pendientes el domingo. No obstante, aunque las y los trabajadores estuvieron esperando todo el día, no recibieron ningún pago.
Shahidul Islam Shahid y sus tres compañeros salieron de la fábrica alrededor de las 19 h y se pararon frente a la puerta principal. De repente, entre diez y doce criminales los atacaron. Unos vecinos los rescataron y los llevaron al hospital en Gazipur, donde un médico de guardia declaró muerto a Shahidul Islam Shahid. Los tres dirigentes sindicales heridos recibieron tratamiento en el mismo hospital.
Unimos fuerzas con el Consejo de IndustriALL en Bangladesh, que organizó una cadena humana y una manifestación frente a la Oficina del Comisionado del Distrito de Gazipur, para exigir justicia por este asesinato y ataque contra los dirigentes sindicales. Los culpables de esta brutal agresión deben rendir cuentas y ser procesados con todo el peso de la ley.
La libertad sindical sigue siendo violada en este país. El Gobierno debe garantizar que los sindicatos y sus representantes puedan llevar a cabo sus actividades sin ser víctimas de intimidación ni violencia, y así poder cumplir con su función como representantes electos de los trabajadores.
Lamentablemente, este asesinato es otro duro recordatorio de la situación del movimiento sindical en Bangladesh. Cuando las personas son asesinadas por ejercer su derecho constitucional a sindicalizarse, vemos al Gobierno y a los empleadores en su punto más débil y peligroso. Es responsabilidad del Gobierno de Bangladesh investigar este crimen y llevar a los culpables a la justicia para que asuman las consecuencias de sus actos.