17 febrero, 2021El 16 de febrero, la policía realizó redadas en oficinas y domicilios de activistas sindicales, defensores de los derechos humanos y periodistas en todo el país.
La oficina del Sindicato de Trabajadores de la Radio y la Industria Electrónica (REP) de Bielorrusia, afiliado a IndustriALL, fue allanada y registrada por la policía durante todo el día. La búsqueda fue turbulenta: varios documentos y otros artículos fueron arrojados al suelo y pisoteados.
Se incautaron todos los dispositivos de comunicación y computadoras portátiles, junto con casi toda la documentación básica, incluidos los documentos contables, diversos materiales impresos y de campaña, y dinero personal. Los policías se negaron a entregar una copia del registro de búsqueda o proporcionar un inventario de los artículos incautados.
La dirigencia sindical declaró que la policía encontró un cartucho de escopeta de caza en un sofá de la cocina, lo que se cree que es una provocación.
Esa misma mañana, la policía registró la casa del abogado del REP de la región de Brest, Vladimir Maley, confiscó su equipo personal, libros y dinero.
El 16 de febrero, también se registró el apartamento del presidente del sindicato de base del REP en la planta de motores de Minsk, Andrei Komlik-Yamatin, que fue detenido por negarse a abrir la puerta. Al día siguiente, el juzgado lo condenó a 25 días de detención administrativa “por desobediencia a una orden o solicitud de un funcionario de turno”. Actualmente se desconoce el paradero del representante del REP en Minsk, Igor Komlik.
Las redadas constituyen un nuevo ejemplo de las represiones brutales por parte de las autoridades contra las organizaciones de la sociedad civil, que han estado luchando contra las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad tras las elecciones presidenciales fraudulentas de agosto del año pasado.
Según la agencia de seguridad del estado, el Comité de Investigación de Bielorrusia, las búsquedas e interrogatorios masivos tienen como objetivo “determinar las circunstancias de la financiación de las actividades de protesta” y se llevaron a cabo como parte de un proceso penal en virtud del artículo 342 del Código Penal sobre la “organización y preparación de acciones que vulneren gravemente el orden público”.
Sin embargo, IndustriALL Global Union cree que Bielorrusia debe entender que sus intentos de intimidación no desanimarán a otros de llevar a cabo actividades legítimas para la defensa de los derechos humanos. La comunidad internacional seguirá apoyando al pueblo, los trabajadores y los sindicatos de Bielorrusia en su lucha por la democracia y los derechos humanos, así como oponiéndose a la represión de la sociedad civil.
El secretario general adjunto de IndustriALL, Kemal Özkan, expresó:
“Este escandaloso ataque contra los activistas sindicales independientes y defensores de los derechos humanos es claramente un intento del Estado de destruir las organizaciones de la sociedad civil del condado, que han estado luchando por los derechos humanos y laborales fundamentales en duras condiciones antidemocráticas”.
“IndustriALL condena enérgicamente estas brutales redadas realizadas bajo falsos pretextos y pide la liberación inmediata de todos los que han sido detenidos y encarcelados por el ejercicio pacífico de sus derechos”.