29 marzo, 2018Los autobuses de la campaña electoral del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fueron atacados a balazos durante una gira por el sur del Brasil. El hecho sucedió el día 27 de marzo en el estado de Paraná. Este ataque es parte de una serie de agresiones semejantes realizadas por grupos fascistas contra su caravana electoral, sin embargo la policía no dio respuesta satisfactoria de estas agresiones.
Once sindicatos mundiales han escrito a Maria Nazareth Farani Azevêdo, Embajadora de Brasil ante las Naciones Unidas en Ginebra, y al Ministro de Seguridad Pública de Brasil, instando a las autoridades a tomar este asunto en serio.
Por su parte, Valter Sanches, Secretario General de IndustriALL Global Union, señaló: “Hacemos un llamado a las autoridades brasileñas para que investiguen estos ataques criminales, castigando a los culpables para así garantizar normalidad y paz en el ejercicio del proceso político, de tal manera que Brasil pueda reanudar la coexistencia democrática”.
En Brasil se están haciendo cada vez más frecuentes los ataques contra la democracia: desde el sabotaje sistemático de las elecciones presidenciales en 2014 hasta el golpe de estado parlamentario contra la Presidenta Dilma Rousseff en 2016. Se han conocido ataques contra los programas sociales y los derechos fundamentales de los trabajadores/as. El poder judicial de Brasil quiere enjuiciar al ex presidente Lula, sin ninguna evidencia, en relación con la investigación por corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Por otro lado, Lula afirmó: “Si piensan que pueden intimidarnos, están equivocados. Esto simplemente nos hará más fuertes”.
Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), manifestó: “Estamos indignados y sumamente preocupados al saber que la caravana electoral del ex presidente Lula sufrió un ataque criminal. Nos solidarizamos plenamente con el ex presidente Lula y los cientos de miles de personas que han participado en las diversas manifestaciones democráticas y pacíficas en su apoyo en todo el país”.
La carta dirigida a la Embajadora de Brasil ante las Naciones Unidas en Ginebra y al Ministro de Seguridad Pública de Brasil fue respaldada por todos los sindicatos mundiales, que representan a más de 200 millones de trabajadores/as en todo el mundo. Estos sindicatos mundiales son: la Confederación Sindical Internacional; IndustriALL Global Union; la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera; la Internacional de la Educación; IAEA Global Union; la Federación Internacional de Periodistas; UNI Global Union; la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte; la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines; la Internacional de Servicios Públicos; y la Comisión Sindical Consultiva.
Los sindicatos mundiales defienden el derecho constitucional del ex presidente Lula de comprobar su inocencia, apelando contra las condenas de los tribunales inferiores; Lula también tiene el derecho constitucional a la libertad de circulación, de opinión, y de presentarse como candidato a la presidencia en las próximas elecciones.
El movimiento sindical internacional reconoce que los gobiernos anteriores del Presidente Lula contribuyeron de manera importante a la creación de un paradigma internacional de crecimiento económico con inclusión social. Este aporte, que se extendió también más allá del Brasil, se realizó a través de la generación de empleo e ingresos para millones de brasileños, combinando la soberanía nacional y la solidaridad internacional.