8 diciembre, 2022La escalada de los ataques de parte del régimen militar birmano en el municipio de Salingyi ha dejado sin hogar a decenas de trabajadores de la confección. Según diversas fuentes de información, la junta militar incendió casas en nueve aldeas de esta localidad, ubicada en la región de Sagaing, a principios de diciembre. Se quemaron más de 40 viviendas pertenecientes a miembros de la Federación de Trabajadores Industriales de Myanmar (IWFM).
Las personas afectadas trabajan en fábricas textiles y de prendas de vestir de la región, y afirman que los militares destruyeron sus viviendas siguiendo una lista de personas involucradas en el movimiento de desobediencia civil.
En agosto, la ONG Data for Myanmar informó que los militares habían incendiado hasta 28.434 viviendas de civiles. La región de Sagaing es la más afectada.
El sitio de noticias The Irrawaddy citó una fuente de la Organización de Defensa Civil y Seguridad que indicó que no hubo enfrentamiento alguno entre el movimiento de resistencia y el ejército en estas aldeas. El propósito del ataque incendiario es cortar el apoyo de las aldeas al movimiento de resistencia.
“Creo que es posible que se incendien más viviendas de miembros de la IWFM, ya que contamos con unos 900 miembros de dos fábricas textiles en esas áreas. La IWFM pide a la comunidad internacional que deje de alimentar a la junta militar con ganancias comerciales, ya que los trabajadores son los más afectados y sus vidas están en peligro bajo este régimen”,
declaró Khaing Zar, presidenta de la IWFM.
“Los despiadados ataques incendiarios demuestran, una vez más, que no es posible hacer negocios de forma ética con Myanmar. Las empresas multinacionales que siguen operando en el país deben acelerar su desinversión y retirarse de forma responsable”,
expresó Atle Høie, el secretario general de IndustriALL.
En septiembre, la organización Ethical Trading Initiative publicó un informe que indica que es imposible llevar a cabo actividades comerciales responsables en Myanmar. IndustriALL insta a las marcas de ropa a retirarse de este país de forma responsable.
Fotografía: Nway Oo Naing