19 noviembre, 2014La Federación de Trabajadores Metalúrgicos de Hungría (VASAS), organización afiliada a IndustriALL Global Union, realizó una protesta contra las nuevas medidas de austeridad. Esta acción se realizó el 17 de noviembre, frente al Parlamento en Budapest.
Participaron en la manifestación por lo menos mil trabajadores que protestaban contra el plan del gobierno de aumentar los impuestos sobre las prestaciones sociales del 35,7% hasta 51,17%, reduciendo simultáneamente la cantidad anual máxima que pueden pagar las empresas.
El gobierno no consultó de antemano a sus interlocutores sociales sobre las mencionadas enmiendas; los representantes de los trabajadores sólo se enteraron del cambio propuesto a través de publicaciones en los medios de comunicación. Este proyecto para aumentar los impuestos, de aprobarse, perjudicaría muy gravemente a muchas familias húngaras, porque las prestaciones sociales son parte muy importante e imprescindible de sus ingresos.
Se unieron a la protesta otros afiliados de IndustriALL, incluyendo la Federación de Sindicatos de Trabajadores de Materiales de la Construcción, la Federación de Trabajadores de la Química, Energía y Generales, y el Sindicato de Trabajadores de la Minería y Energía - BDSZ-Minería.
Constituyó un aspecto positivo el hecho de que - según fuentes de VASAS - en momentos en que se desarrollaba la protesta, el líder del grupo parlamentario del partido gobernante, la Alianza Cívica de Hungría Fidesz, informó que dicho grupo no apoyaba el plan del gobierno. En votación del 19 de noviembre, el Parlamento rechazó la parte más inadmisible de la legislación fiscal para 2015 en la que se proponía un aumento de los impuestos.
A pesar de que se realizaba el mismo día, la protesta sindical no estaba directamente vinculada a la "Jornada de Indignación Pública" en Budapest, en la que participaron más de 10.000 personas congregadas frente al Parlamento de Hungría para exigir que se despida al director de la autoridad fiscal, a quien se acusa de corrupción, pidiendo también mejor rendición de cuentas del gobierno del Primer Ministro Viktor Orban.