2 marzo, 2015Esta marca de lujo de prendas de vestir pone todos los obstáculos posibles para impedir la sindicalización en su más importante fábrica de producción, en Izmir, Turquía. En efecto, la administración de dicha empresa despide implacablemente a miembros clave del sindicato; el Tribunal Superior de Apelaciones de Turquía ha declarado que esa empresa es culpable de esta infracción.
Desde hace más de tres años, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Textil, Tejidos de Punto y Vestuario de Turquía, TEKSIF, afiliado a IndustriALL Global Union, está asesorando a los trabajadores y trabajadoras de HUGO BOSS en Izmir para realizar su labor sindical. La gran mayoría de los trabajadores de dicha empresa gana sueldos miserables, a pesar de las largas jornadas de trabajo que están obligados a cumplir, más horas extraordinarias a discreción de la empresa y sin prestaciones sociales. Estos trabajadores claman por un salario digno y que sus patrones oigan sus quejas.
Aunque HUGO BOSS afirma públicamente que respeta las normas internacionales del trabajo en todas sus operaciones a nivel mundial, la administración ataca los derechos laborales fundamentales de los 3.000 trabajadores y trabajadoras en Izmir.
Entre las violaciones de los derechos laborales cometidas por la empresa figura el uso de amenazas, sanciones y despidos para atacar a los simpatizantes sindicales y sus familiares y amigos cercanos. Para demostrar la ilegalidad de 20 despidos de simpatizantes sindicales entre 2011 y 2014, la parte laboral tuvo que recurrir a largos procesos judiciales, en tanto otros ocho casos siguen pendientes en los tribunales. Aunque el Tribunal de Apelaciones confirmó que los trabajadores fueron despedidos por HUGO BOSS a causa de su afiliación sindical y ordenó su reintegración al trabajo, en vez de seguir lo señalado por el Tribunal, la administración decidió pagarles una compensación adicional, opción que es permitida por la legislación del país.
Ahora, lo escandaloso es que continúe esta práctica: la administración identificó a otros tres simpatizantes sindicales clave, y los despidió en forma ilegal en febrero de 2015.
Durante todo este proceso, la administración de HUGO BOSS en Izmir no aceptó en ningún momento las ofertas que presentó TEKSIF para resolver los problemas a través del diálogo social. Tampoco hubo intervención de la administración internacional de la empresa. Cuando IndustriALL contactó al Director General de HUGO BOSS en agosto de 2014 para solicitar su intervención para poner fin a la violación de los derechos e iniciar un diálogo social constructivo en la planta, la respuesta que se recibió fue una amenaza de demanda legal, negando toda responsabilidad.
Luego, IndustriALL envió a la empresa los veredictos documentados del Tribunal Local y del Tribunal Superior, ofreciendo una vez más reestablecer el diálogo, sin embargo la compañía no hizo caso al respecto. Finalmente, tras los más recientes despidos en el mes de febrero, IndustriALL ha vuelto a escribir al Director General de HUGO BOSS, pero otra vez la empresa no tomó en cuenta la petición que se presentó.
Por su parte, Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, señaló al respecto:
En estas circunstancias, es ahora evidente y legalmente registrado que Hugo Boss ha violado los derechos sindicales fundamentales consagrados en la legislación nacional y en las normas y requisitos internacionales. Además de esto, la administración local en Izmir y la dirección corporativa en Alemania se han negado repetidamente a aceptar las peticiones de TEKSIF y de IndustriALL por las cuales se ha solicitado dialogar para resolver las cuestiones pendientes a través de un diálogo basado en respeto y reconocimiento mutuos. Antes estas violaciones de los derechos, consideramos que la respuesta de la empresa es horrorosamente inaceptable.
En todo este sector, la mayor parte de la producción de prendas de vestir se realiza a través de empresas proveedoras, pero esta planta, que fabrica parte importante de la ropa HUGO BOSS, es propiedad de esta marca, y administrada directamente por la misma. Es la mayor fábrica de ropa de Turquía y, como tal, potencialmente puede establecer una norma sectorial para las relaciones laborales en ese país.
Además, la cadena de suministro de Hugo Boss registra graves problemas. También en Turquía, el principal proveedor de la empresa, Edirne Giyim, despidió a miembros del sindicato, e, igual que en el caso de Hugo Boss, los procesos judiciales concluyeron que la causa de despido de aquellos trabajadores había sido por su afiliación sindical. Además, y más importante, el Jefe de Recursos Humanos de Edirne Giyim fue condenado a un año y medio de prisión, y seis jefes de departamento enfrentaron seis meses de cárcel. También hay informes claros de los inspectores del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que identifican incuestionablemente violaciones de los derechos sindicales.
Además de las violaciones de los derechos fundamentales del trabajo, la Campaña Ropa Limpia (CCC), organización colaboradora de IndustriALL, llevó a cabo una amplia investigación en 2013 a 2014 en las fábricas de producción de HUGO BOSS. Esta investigación, que se publicó en junio de 2014, mostró evidencias irrefutables de que los trabajadores y trabajadoras que fabrican prendas de vestir para la marca HUGO BOSS perciben mucho menos que un salario mínimo vital. De hecho, la investigación demuestra que la gran mayoría de los trabajadores que producen ropa para HUGO BOSS en Turquía gana sueldos miserables que no constituyen ni el mínimo necesario para sobrevivir.