14 noviembre, 2012La gigantesca compañía minera Rio Tinto está mostrando una vez más su carácter antisindical. En el cierre de la mina australiana de Blair Athol, la compañía está pagando indemnizaciones de despido inferiores a los miembros del sindicato CFMEU que a otros trabajadores.
Ante la medida discriminatoria se han organizado tres paros consecutivos de trabajo que abarcan todos los turnos que comprenden 36 horas en la mina, los días 13 y 14 de noviembre. La mina de carbón térmico es fundamental en la cuenca hullera de Bowen, en Queensland, que cerrará sus operaciones el 23 de noviembre, después de 30 años, con lo que quedarán sin empleo 170 trabajadores. La mina fue antaño la principal mina de carbón térmico para la exportación de Australia.
El CFMEU, afiliado a la IndustriALL, calificó las bajas indemnizaciones de desempleo de “golpe de gracia discriminatorio”.
Sobre la abrumadora votación a favor de la huelga, el vicepresidente de distrito del CFMEU, Glenn Power, declaró:
Todos nuestros miembros quieren la igualdad. Los trabajadores no se toman a la ligera la perspectiva de la huelga, pero cuando se recibe una indemnización de despido mucho más baja que quienes han sido sus compañeros durante años, esos trabajadores están decididos a decir a Rio que la compañía no puede actuar así impunemente.
Cuando los miembros del CFMEU pararon el trabajo en Blair Athol, el director gerente de Rio Tinto Australia, David Peever, pidió que se expulsara a todos los sindicatos de los lugares de trabajo, de acuerdo con la reforma de la Ley sobre trabajo equitativo.
El compromiso directo entre compañías y empleados, la flexibilidad y la necesidad de mejorar la productividad han de ser la base del sistema. Sólo entonces podrán liberarse la productividad y la innovación a partir del taller, y sin el programa en competencia de una tercera parte que trate constantemente de extender su influencia en esferas que es mejor dejar a la dirección.
Rio Tinto, el segundo mayor productor de mineral de hierro del mundo, mantiene sus planes de gastar cerca de 16.000 millones $A para aumentar la producción de mineral de hierro en Pilbara (Australia) a 353 millones de toneladas anuales a mediados de 2015. Rio Tinto es un “infractor reincidente”, con un historial de comportamiento destructivo en todo el mundo.