19 septiembre, 2024Representantes de sindicatos d el sector textil y de la confección en la región de Oriente Medio y África del Norte (MENA) y África Subsahariana se unieron a expertos de la OIT, la OCDE, el Acuerdo Internacional y la marca en línea ASOS para celebrar una conferencia sobre la salud y seguridad en el trabajo en esta industria.
En su discurso de apertura, el secretario general de la UGTT, Noureddine Taboubi, dio la bienvenida a los participantes y destacó el compromiso del sindicato de trabajar en favor de una legislación que fortalezca los derechos humanos y laborales. A él se unió Habib Hazami, secretario general de la Federación General Textil de Túnez, quien reiteró que la salud y la seguridad en el trabajo son un pilar fundamental de la labor de su sindicato en el sector textil y de la confección del país.
La industria textil y de la confección emplea a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras en la región MENA. Este año se cumplen diez años de trabajo de IndustriALL en el sector en la región.
Ahmed Kamel, el secretario regional de IndustriALL, expresó:
“Cuando empezamos, los trabajadores se enfrentaban a problemas relativos a la negociación colectiva, el derecho de sindicación, la salud y la seguridad en el trabajo, los convenios sectoriales y el trabajo precario. Tras diez años de intenso trabajo junto con nuestros afiliados, hemos abordado muchas de estas cuestiones y observado un aumento en la participación de las mujeres y los jóvenes, la aplicación de los acuerdos marco globales, y el diálogo social con las marcas que producen en la región.
Sin embargo, el reto principal es garantizar la sostenibilidad de los avances que hemos logrado, por ejemplo, en cuanto a la participación de las mujeres en puestos de liderazgo sindical, los convenios sectoriales y la incorporación de acuerdos jurídicamente vinculantes como el Acuerdo Internacional”.
Los sindicatos participantes informaron a la conferencia de graves problemas de salud y seguridad. La situación en el sector textil y de la confección de Etiopía, donde los despidos masivos están causando sufrimiento y aumentando la pobreza entre los trabajadores de la confección, es alarmante.
El robo de salarios es un problema recurrente en el sector en toda la región, al igual que la violencia de género y el acoso. En Lesoto, por ejemplo, a las trabajadoras de la confección se les suelen pedir favores sexuales a cambio de trabajo.
No obstante, a pesar de este panorama desolador, las mujeres de Lesoto disponen ahora de un marco para poder denunciar la violencia de género, gracias a una asociación copresidida por el gobierno estadounidense y la CSI. Esto ha permitido avanzar en el tratamiento de los abusos relacionados con la violencia y el acoso en las fábricas. Además, el país ha adoptado un nuevo código laboral y también ha ratificado el Convenio 190 de la OIT.
Para mostrar cómo hacer frente al robo de salarios mediante la negociación colectiva, la secretaria regional de IndustriALL, Paule Ndessomin, compartió el ejemplo del sindicato sudafricano SACTWU.
“Los convenios colectivos que han negociado para el sector permiten mantener salarios dignos y mejores condiciones de trabajo. Estos acuerdos se extienden también a los trabajadores no afiliados al sindicato”.
Tanto en Jordania como en Mauricio, la mano de obra de esta industria está compuesta en gran medida por trabajadores y trabajadoras migrantes. En Mauricio, los trabajadores migrantes no se benefician de las mismas leyes que el resto: como no aportan a la seguridad social, no pueden gozar de pensiones al finalizar sus contratos, entre otros beneficios. Suele haber negligencia en lo relativo a la salud y la seguridad, y son comunes las lesiones en el trabajo, así como las condiciones de miseria en los dormitorios destinados a los trabajadores. Para contrarrestar estas prácticas de explotación, en 2022 la organización sindical CTSP, afiliada a IndustriALL, y ASOS se asociaron con Anti-Slavery International para abrir un centro de recursos para inmigrantes.
En Marruecos y Túnez, la falta de normas adecuadas y una legislación laboral vetusta forman parte del problema en materia de salud y seguridad en el trabajo. A pesar de que Túnez ya ratificó el C187 de la OIT sobre salud y seguridad en el trabajo, los sindicatos afirman que este no se ha llevado a la práctica.
¿Qué se necesita para que la industria textil y de la confección sea más segura?
En 2022, la OIT adoptó una resolución que establece que un entorno de trabajo seguro y saludable es un nuevo principio y derecho fundamental en el trabajo. Como esta declaración es universal, los Estados miembros de la OIT tienen la obligación de respetar, promover y hacer realidad los principios relativos a los derechos fundamentales.
Beatriz Cunha, especialista sectorial de la OIT, presentó el Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT para la industria textil y de la confección, una guía de referencia para orientar las prácticas industriales que ha sido traducida a 15 idiomas. Aunque no es jurídicamente vinculante, los sindicatos pueden utilizarlo, entre otras cosas, para generar conciencia sobre la importancia de la salud y la seguridad, identificar los principales riesgos en el sector o lugar de trabajo, y proporcionar orientación para el desarrollo y la negociación de medidas de control para hacer frente a los riesgos.
La OCDE, en su Guía de debida diligencia para cadenas de suministro responsables en el sector textil y del calzado recomienda que las empresas colaboren con los trabajadores y los sindicatos en materia de derechos laborales a través de los seis pasos del marco de diligencia debida, y que respeten los derechos a la libertad de asociación y la negociación colectiva.
Christina Hajagos-Clausen, directora del sector textil y de la confección de IndustriALL, declaró:
“La campaña ‘Los trabajadores de la confección necesitan fábricas seguras’ de IndustriALL continúa en marcha. Necesitamos acuerdos jurídicamente vinculantes en el sector, por lo que seguimos abogando por una legislación sobre diligencia debida y trabajando para sensibilizar a los inversores institucionales y animarlos a incitar a sus empresas a convertirse en signatarias”.
El Acuerdo Internacional sobre Salud y Seguridad en la Industria Textil y de la Confección se creó en 2013 tras el trágico derrumbe de la fábrica Rana Plaza en Bangladesh, que se cobró la vida de más de 1100 trabajadores y trabajadoras de la confección que no tenían derecho a negarse a realizar trabajos inseguros. Reflexionando sobre los avances en Bangladesh, Clara Kamphorst, integrante del Acuerdo Internacional, dijo a los participantes que, hasta la fecha, este instrumento ha logrado:
- La adhesión de más de 240 marcas
- La inspección de más de 2000 fábricas
- Alcanzar a más de 2 millones de trabajadores
- Resolver más de 1000 quejas
En 2022, el Acuerdo se amplió a Pakistán, donde
- Ha sido firmado por más de 120 marcas
- Cubre más de 500 fábricas
- Abarca a más de 550.000 trabajadores
- Ha logrado la inspección de más de 90 fábricas
Atle Høie, el secretario general de IndustriALL, expresó:
“El sector textil y de la confección ha experimentado algunas de las peores tragedias en el mundo del trabajo, lo que hace que la labor en materia de salud y seguridad sea aún más esencial. Al escuchar a los participantes, esta reunión ha demostrado que existen desafíos similares en todos los países, tanto en la región MENA como en África Subsahariana. Esto supone un fuerte incentivo para seguir cooperando en la búsqueda de soluciones”.