23 marzo, 2021 En la reunión del Comité del Acero de la OCDE, realizada los días 19, 22 y 23 de marzo, el TUAC, en asociación con IndustriALL Global Union e industriAll Europe, planteó las preocupaciones de los trabajadores con respecto al problema del exceso de capacidad, así como la situación en materia de salud y seguridad y sus efectos en el personal.
Los más de 120 delegados gubernamentales y empresariales analizaron los últimos acontecimientos en el sector siderúrgico durante la pandemia de COVID-19. En 2020, a pesar de la pandemia y la debilidad del mercado, la capacidad mundial de producción de acero volvió a aumentar más del 1,5 por ciento, alcanzando los 2450 millones de toneladas a fines de este año. Al mismo tiempo, la producción real de acero se redujo drásticamente en muchas regiones del mundo, en particular en América del Norte y Europa.
El aumento del exceso de capacidad es un problema para el que se necesitan medidas urgentes, ya que puede provocar una inundación del mercado internacional y disminuir los precios del acero artificialmente. Ahora, más que nunca, los trabajadores piden acciones internacionales que garanticen igualdad de condiciones a nivel mundial para permitir un comercio internacional justo. El Comité Asesor Sindical de la OCDE (TUAC) está facultado para dar voz a los trabajadores en el Comité del Acero de la OCDE.
En nombre del TUAC, Matthias Hartwich, director del sector siderúrgico de IndustriALL, se dirigió a las delegaciones y presentó el siguiente comunicado:
“Para nosotros, es fundamental asegurarnos de que las personas que trabajan día a día en la industria siderúrgica no paguen con sus puestos de trabajo ni con su vida por la prosperidad y el futuro del sector, ya sea en India, Europa, América del Norte, América Latina, Australia o Asia. Se debe respetar la salud y la seguridad de los empleados de la industria siderúrgica y, para ello, necesitamos un diálogo real con los trabajadores y sus sindicatos. Esto es fundamental, no solo para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, sino también para promover la salud y la seguridad en general”.
La industria siderúrgica juega un papel importante en el logro de los objetivos del Acuerdo Climático de París. Las inversiones en tecnología limpia deben ir acompañadas de planes concertados de Transición Justa para los trabajadores del acero, negociados con la fuerza laboral y sus sindicatos.
Filip Stefanovic, el asesor de política económica del TUAC, expresó:
“La crisis de COVID-19 ha afectado negativamente el sector siderúrgico, que tuvo una caída en la producción mundial de aproximadamente un 1 por ciento en 2020. Esta fue atenuada por China, cuya producción creció un impresionante 9,5 por ciento en comparación con el año anterior. A pesar de la caída de la producción total en 2020, la capacidad mundial aumentó un 1,6 por ciento. La disminución del comercio de acero y el aumento del exceso de capacidad en la producción mundial no son consecuencia de la COVID-19, sino más bien un problema de larga data que se aceleró en el contexto de la recesión económica actual”.
“Lograr la cooperación internacional y un acuerdo para reducir la capacidad ilegal es crucial para consolidar y mejorar la resiliencia del sector, que es clave para defender los empleos existentes y allanar el camino hacia una Transición Justa en la industria siderúrgica”.
El creciente exceso de capacidad aumenta la presión ejercida sobre los trabajadores. Además de limitar la pérdida de puestos de trabajo, también se debe poner fin al constante aumento de los accidentes mortales ocurridos dentro del sector siderúrgico, particularmente en la India, España, Corea del Sur y Sudáfrica.
Según los sindicatos, las medidas de salud y seguridad, combinadas con la participación real de los empleados y sus representantes, son el mejor camino para mantener bajas las tasas de infección por COVID-19 y proteger la vida de los trabajadores.
Judith Kirton-Darling, subsecretaria general de industriAll Europe, declaró:
“Necesitamos igualdad universal de condiciones para lograr niveles elevados de empleo y estándares ambientales en todo el mundo. Los sindicatos siguen pidiendo al Comité del Acero de la OCDE que haga frente al exceso de capacidad mundial y la venta a pérdida de acero barato. Esto permitiría realizar esfuerzos internacionales verdaderamente articulados para la producción de acero ecológico y de alta calidad, en la que se respeten los derechos laborales de todos los trabajadores del sector. La industria siderúrgica y sus trabajadores desempeñarán un papel fundamental en el logro de los objetivos del Acuerdo Climático de París, y las empresas deben invertir tanto en tecnologías limpias como en su fuerza laboral”.