11 marzo, 2021Sviatlana Tsikhanouskaya, excandidata presidencial en las elecciones de Bielorrusia de 2020 y principal figura de la oposición, se reunió hoy con representantes de las federaciones sindicales en Ginebra, en persona y a través de la plataforma Zoom.
En la reunión se abordó la terrible situación en Bielorrusia tras las elecciones presidenciales de agosto de 2020 y la consiguiente represión de las manifestaciones pacíficas contra los controvertidos resultados.
En la apertura a la reunión, el secretario general de IndustriALL Global Union, Valter Sanches, habló del compromiso del movimiento sindical mundial de apoyar la democracia en Bielorrusia. Se están violando derechos fundamentales de los trabajadores. Los sindicatos independientes, sus dirigentes y activistas están siendo sometidos a represión, lo que contraviene las normas y regulaciones laborales internacionales que Bielorrusia ha ratificado.
Sanches aseguró que las federaciones sindicales habían compilado una lista de empresas que operan en Bielorrusia y están trabajando con las afiliadas que tienen relaciones con estas empresas para instarlas a realizar la debida diligencia con respecto a sus actividades en el país.
Las empresas que operan en Bielorrusia deben asegurarse de:
- No amenazar, perseguir, acosar, disciplinar, sancionar o perjudicar de cualquier otro modo a ningún trabajador que esté realizando una huelga u otra acción de protesta, destinada a garantizar la democracia y la observancia de los derechos humanos en Bielorrusia;
- No impedir que los trabajadores ejerzan su derecho a la libertad de asociación al afiliarse a un sindicato independiente, ni emprender acciones contra dichos sindicatos.
Tsikhanouskaya agradeció al movimiento sindical por su apoyo y señaló que la reunión era importante para discutir pasos concretos en pos de la democracia en Bielorrusia. Afirmó que es fundamental apoyar los comités de huelga y los sindicatos libres e independientes.
Hoy tuve una reunión fructífera con representantes de @IndustriALL_GU. Estoy agradecida por el apoyo que han estado brindando los trabajadores bielorrusos reprimidos por el régimen. Es fundamental apoyar a los sindicatos independientes y los comités de huelga, para garantizar el derecho a huelga y tener condiciones de trabajo seguras. pic.twitter.com/nTvuyYVU92
— Sviatlana Tsikhanouskaya (@Tsihanouskaya) 10 de marzo de 2021
Tsikhanouskaya explicó que la crisis humanitaria en Bielorrusia se ha intensificado y alcanzado una escala formidable: desde agosto, al menos seis personas han fallecido durante las protestas y más de 33.000 han sido detenidas. Muchos denuncian torturas durante la detención, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos recibió 4644 denuncias de uso de fuerza física por parte de las fuerzas de seguridad y al menos 500 casos de tortura.
El presidente de IndustriALL, Jörg Hofmann, afirmó que IndustriALL había seguido de cerca el desarrollo de eventos en Bielorrusia, y con gran preocupación. En su reunión de noviembre de 2020, el comité ejecutivo aprobó una declaración de solidaridad con los sindicatos independientes de Bielorrusia. IndustriALL consultó con sus afiliados en Bielorrusia sobre la posibilidad de reunirse con Tsikhanouskaya, y ellos agradecieron la oportunidad.
Trescientas personas han sido condenadas a más de un año de prisión, incluidos tres miembros del Sindicato Independiente de Bielorrusia (BITU), afiliada de IndustriALL.
Owen Tudor, de la Confederación Sindical Internacional (CSI), afirmó: “Representamos a más de 200 millones de trabajadores en todo el mundo, miembros de sindicatos libres e independientes, que quieren ver la democracia en Bielorrusia”.
En una declaración dada a conocer a la prensa, el movimiento sindical mundial se comprometió a cooperar con representantes independientes de la sociedad bielorrusa, incluida la oficina de Sviatlana Tsikhanouskaya, para establecer los derechos y libertades sindicales en Bielorrusia. Esto debe incluir el derecho fundamental a la libertad de asociación y el derecho a organizar actividades sindicales de forma independiente y sin interferencia o presión de los órganos gubernamentales o empleadores.
Sobre el papel de los sindicatos, un portavoz de la oficina de Sviatlana Tsikhanouskaya dijo:
“Tuvimos dos grandes oleadas de huelgas que fueron un experimento para nosotros: la gente no había estado en huelga desde el colapso de la Unión Soviética hace unos treinta años y tuvo que aprender a hacerlo de nuevo. Las huelgas crecieron masivamente, hasta que los gerentes de la empresa dijeron que es ilegal hacer huelga por razones políticas. Esto le quitó algo del impulso”.
“Necesitamos preparar a Bielorrusia para la transformación democrática. Necesitamos que la gente sepa que la huelga es un derecho, y que se construyan las instituciones que lo respaldan. Los trabajadores son el motor de esta revolución. Lukashenko está perdiendo el control y no durará mucho. Necesitamos acelerar el proceso de destitución, antes de que haga más daño y lastime a más personas”.