18 mayo, 2021En solidaridad con el movimiento sindical de Myanmar, el Consejo Global Unions ha prometido cuestionar la legitimidad de la junta de Myanmar en todo el sistema de la ONU, incluida la próxima 109.ª sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT).
Desde el golpe de Estado que tuvo lugar a principios de febrero, la sangrienta represión militar ha dejado más de 750 víctimas falales que participaban en el movimiento de desobediencia civil. Se ha detenido arbitrariamente y torturado a alrededor de 3000 representantes electos, activistas, trabajadores y estudiantes.
En un seminario web sobre la lucha de los sindicatos por la democracia en Myanmar el 12 de mayo, la secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow, expresó que las federaciones sindicales presentarán una resolución en la CIT en junio para impugnar la legitimidad representativa de la junta.
En 1999, la CIT prohibió al régimen militar participar en cualquier reunión de la OIT debido al uso generalizado del trabajo forzoso por parte de este. La sanción se levantó en 2012 después de que comenzara el proceso de democratización de Myanmar.
“Debemos tomar medidas concretas en la próxima CIT. A los militares no les importan las resoluciones, pero sí las sanciones. Hace 20 años, después de que la OIT impusiera sanciones a Myanmar, el ejército comenzó a cambiar su posición”,
indicó Maung Maung, presidente de la Confederación de Sindicatos de Myanmar (CTUM).
Los crímenes de lesa humanidad han dado lugar a acciones de solidaridad por parte de actores internacionales, incluidas sanciones gubernamentales selectivas contra empresas vinculadas al ejército, retiro de inversiones de empresas multinacionales, campañas de solidaridad y donaciones, y la mediación de los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) mediante la generación de un consenso de cinco puntos.
El Consejo Global Unions (CGU) exhorta a los sindicatos de todo el mundo a presionar a los gobiernos de cada país para que reconozcan al Gobierno para la unidad nacional de Myanmar, presten apoyo a la lucha mediante donaciones al fondo de huelga del CGU y exijan a las multinacionales que se sumen a las sanciones económicas coordinadas.
Valter Sanches, secretario general de IndustriALL Global Union, expresó:
“Estaremos con nuestros compañeros y compañeras en Myanmar hasta que ganemos. IndustriALL está presionando a las empresas multinacionales para que pongan fin a los vínculos comerciales con la junta, en particular en los sectores del petróleo y el gas, la confección y textil. Este gobierno ilegítimo debe rendir cuentas por los graves crímenes de lesa humanidad y las empresas extranjeras no deben cooperar con el régimen”.
El relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar, Tom Andrews, pidió a la comunidad internacional y a los sindicatos que intensifiquen sus acciones, e indicó que es crucial organizar un movimiento fuera de Myanmar y tomar medidas fuertes para exigir sanciones contundentes contra el régimen.