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16 febrero, 2017Las autoridades de Fanapel Uruguay anunciaron precipitadamente la paralización de actividades de la fábrica. El sindicato mantiene las esperanzas de que vuelva a abrir con la ayuda del Gobierno, ya que no hablaron de un cierre definitivo
La Fábrica Nacional de Papel SA (Fanapel) -ubicada en la ciudad de Juan Lacaze desde 1898- comunicó que cerraba sus puertas durante una reunión bipartita con el Ministerio de Trabajo, el 13 de febrero. La noticia sorprendió a los trabajadores, quienes hasta último momento buscaban negociar una solución para evitar que 300 trabajadores quedaran sin empleo.
Pocas horas después de conocer la resolución de la firma, el Centro Unión de Obreros Papeleros y Celulosa (CUOPYC) –representado por la Federación de Obreros, Papeleros, Cartoneros del Uruguay (FOPCU), a su vez afiliado a IndustriALL Global Union- convocó a una asamblea para ver los pasos a seguir.
“Fanapel no dio el cierre oficial así que seguiremos peleando hasta el último aliento y posibilidad, a pesar de que la empresa nos quiera excluir de la conversación. Pedimos a los actores políticos y gubernamentales un poco más de respuesta, atención y de soluciones para Juan Lacaze”
dijo el CUOPYC en un comunicado público.
En la asamblea decidieron que le pedirán al Gobierno que las negociaciones vuelvan a ser de carácter tripartito. Además acordaron que no aceptarán la oferta de la empresa de un “plan indemnizatorio” que incluía el pago en doce cuotas de los créditos laborales correspondientes.
“Rechazamos la propuesta porque no tenemos intenciones de negociar despidos. Queremos que abra la planta” dijo el secretario general de FOPCU, Mathias Lozano y agregó:
“Estamos a la espera de reunirnos con la empresa y pasar a un nivel superior. Queremos generar presión social para que nos reciba el presidente Tabaré Vázquez, quien asumió el compromiso de generar políticas para revitalizar Juan Lacaze”
Por su parte, el director nacional de trabajo, Juan Castillo dijo que continuará tratando el tema con los representantes de los ministerios de Industria, Energía y Minería y de Economía y Finanzas, quienes instalaron una mesa de trabajo para analizar posibles soluciones a la situación de Fanapel.
La paralización de actividades repercute en los 13.000 habitantes de la ciudad cuyos negocios dependen en gran medida de la actividad económica de la fábrica.
Finalmente el director de IndustriALL se refirió a la actual situación y expresó:
”Haremos las gestiones que sean necesarias para que mediante el diálogo tripartito se encuentre una solución que preserve los empleos y la actividad industrial. Uruguay es un país que necesita tener una base industrial fuerte para sostener su desarrollo, así que el Gobierno tiene que tener una política activa que impida los cierres de plantas industriales"