23 mayo, 2018El sector sindical ha recibido con mucho agrado un debate muy necesario sobre los salarios que surgió a raíz de una reunión sobre la labor de organización sindical en las cadenas de suministro internacionales del sector textil y de la confección.
Con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert, los principales participantes en los debates realizados en Addis Ababa el 22 de mayo, incluida la OIT, recordaron al gobierno de Etiopía su obligación de aplicar plenamente el Convenio 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación. Además, el país debería implementar un programa sobre trabajo decente y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El diálogo social también pondrá fin a las políticas antisindicales que aplican algunas empresas, que incluyen despedir, trasladar o bajar de categoría a los dirigentes sindicales, con el propósito de debilitar a los sindicatos.
Los 55,000 miembros de la Federación Industrial de Sindicatos de Trabajadores del Textil, Cuero y Vestuario (IFTLGWU), organización afiliada a IndustriALL Global Union, afirman que los trabajadores/as deberían recibir salarios decentes para vivir mejor y poder mantener a sus familias. Un 56% de los miembros afiliados de la IFTLGWU son mujeres.
La mencionada propuesta, que exige salarios mínimos que puedan satisfacer las necesidades de la fuerza de trabajo, fue apoyada por la Confederación de Sindicatos de Etiopía (CETU), a la que IFTLGWU está afiliada. Funcionarios del gobierno, la Ethiopian Investment Corporation, marcas mundiales y la empresa textil Ayka Addis estuvieron presentes en la reunión, donde se intercambiaron ideas de cómo los salarios dignos benefician a los trabajadores/as. El gobierno hizo hincapié en la importancia de tener un diálogo social en el que puedan participar los sindicatos, los empleadores y el gobierno.
Se pide que los salarios sean determinados en base a puntos de referencia internacionales, debido al aumento del número de marcas mundiales de América del Norte, Europa, China y Asia que adquieren productos de Etiopía. Además, ya hay 20 marcas, como Peter Van Heusen, Quadrant Apparel, Epic Apparel y Ontex Hygiene Disposables que se abastecen del Hawassa Industrial Park. Cuando esté en pleno funcionamiento, esta zona industrial tendrá fábricas con 60,000 trabajadores y trabajadoras. Sin embargo, los sindicatos preguntan por qué les impiden realizar sus labores de sindicalización en Hawassa.
Masho Beriku, del departamento de relaciones públicas y externas de la CETU, aseveró: “Estamos luchando por salarios dignos y por los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Etiopía. Por lo tanto, queremos que se eliminen las restricciones que impiden el trabajo de sindicalización de los sindicatos. De esta manera nos permitirá aumentar el número de miembros de la CETU, de los 550,000 afiliados actuales para alcanzar nuestro objetivo de dos millones. También quisiéramos que se introduzcan reformas a la legislación laboral para proteger los derechos de la fuerza de trabajo”.
Por su parte, la Ministra de Trabajo y Asuntos Sociales de Etiopía, Hirut Woldemariam, dijo en un comunicado: “Vivimos en una sociedad y una economía impulsadas por la globalización. El sector textil y de la confección es un negocio notoriamente globalizado con una alta proporción de mujeres en su fuerza de trabajo. Con el establecimiento de zonas industriales, nuestro país se ha introducido en cadenas de suministro en el sector de la confección”.
A la reunión asistieron afiliados de Bangladesh y Sudáfrica que intercambiaron información sobre su experiencia en las campañas para lograr mejores salarios y negociación colectiva.