17 enero, 2017El 5 de octubre de 2016, Valter Sanches, del sindicato brasileño CNM/CUT, fue elegido Secretario General de IndustriALL Global Union. Sanches, que anteriormente se desempeñaba como trabajador metalúrgico, ha sido activista sindical durante toda su vida; durante el período próximo de cuatro años, Valter Sanches estará al frente de IndustriALL.
ENTREVISTA
Sindicato: IndustriALL Global Union
País: Brasil
Texto: Léonie Guguen
Photos: IndustriALL
¿Podría Ud. contarnos un poco sobre sus primeros años de formación en Brasil?
Nací en el campo en el sur de Brasil, en Paraná. Cuando tenía seis años, mi familia, como mucha gente en Brasil, tuvo que mudarse a Sao Paulo después de la terrible paralización de la agricultura durante los años sesenta. La mayoría de la gente perdió todo, como fue el caso nuestro.
Como muchos brasileños, empecé a trabajar a los 16 años. Un año más tarde, me incorporé a una planta de ingeniería mecánica como maquinista. En 1985, cuando tenía 21 años, me trasladé a Rolls Royce, donde trabajé como técnico; luego pasé a trabajar para Mercedes Benz como ingeniero de producción.
¿Cuándo y por qué se involucró en actividades sindicales?
Me afilié a un sindicato apenas comencé a trabajar en la planta de ingeniería cuando tenía 17 años. Estábamos viviendo bajo una dictadura, así que tenía gran motivación e interés en luchar contra la injusticia y la falta de libertad que eran características de esa época, así como los problemas económicos. Al terminar la dictadura, en Brasil se conoció una serie de gobiernos neoliberales; esto conllevó muchos problemas para los trabajadores, entonces era lógico participar en el sindicato.
El primer cargo para el cual fui elegido fue en el comité interno de salud y seguridad, que es obligatorio bajo la legislación brasileña. Más tarde, en 1992, fui elegido miembro del Comité de Empresa de Mercedes Benz y fui reelegido muchas veces.
Ud. tiene una licenciatura en geografía de la universidad de Sao Paulo. ¿Cómo se las arreglaba para tener tiempo para eso?
Cuando yo tenía 20 años, era muy poco común que un trabajador de fábrica fuera a la universidad; era una sociedad concebida en función de las necesidades de un grupo restringido de personas. Había una gran demanda de estudiantes que querían ingresar a la universidad, pero los cupos eran pocos. En Brasil, es más común que gente como yo haga un curso nocturno y trabaje durante el día. Así que eso es lo que hice. No estaba seguro si quería trabajar en una fábrica por el resto de mi vida o si quería hacer algo en la investigación o con la geografía.
Sin embargo, la militancia corría en mi sangre, así que pensé que, aunque significaba dejar mi carrera en segundo lugar, mi presencia sería más útil si permanecía en la planta, participando más en el sindicato, que luchaba por la justicia social y los derechos de los trabajadores y trabajadoras. En 2003 conseguí un cargo la CNM/CUT a nivel nacional y luego ocupé varios otros puestos en esa organización, incluyendo el cargo de Secretario General y, al final, el de Secretario Internacional.
¿Cómo calificaría su carrera sindical hasta la fecha?
Llevo toda la vida rompiendo obstáculos. Fui el primer brasileño en participar en el Comité Mundial de Empresa; estuve en el grupo de trabajo encargado de las negociaciones sobre nuestro Acuerdo Marco Global con Daimler (empresa matriz de Mercedes Benz) en 2002; luego fui el primer brasileño y todavía soy el único miembro no alemán del consejo de supervisión de Daimler. Y ahora, como Secretario General de un sindicato mundial, soy el primero que ha venido del hemisferio sur en la historia de IndustriALL y de sus organizaciones predecesoras.
¿Por qué es significativo que IndustriALL cuente con un dirigente que proviene del hemisferio sur?
Por supuesto, todos los afiliados querrán que la persona sea calificada, con principios democráticos, y que consulte a las bases constantemente: ésos son los requisitos principales.
Sin embargo, por provenir del hemisferio sur aporto otras experiencias. En el pasado, la mayoría de los responsables de los sindicatos mundiales provenían de Europa o de Norteamérica. No es que no tuvieran sensibilidad respecto a los países en vías de desarrollo, pero es una experiencia adicional cuando uno vive en esas condiciones, en un ambiente muy antisindical, bajo dictaduras o gobiernos neoliberales, en condiciones de severa represión, en precarias condiciones de trabajo promovidas por las corporaciones multinacionales y sus cadenas de suministro.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentan IndustriALL y sus afiliados?
Mi experiencia como sindicalista durante la mayor parte de mi vida me autoriza para decir que hay muchos desafíos en el mundo que se deben abordar. En mi sindicato, participé en el trabajo de solidaridad internacional durante gran parte de mi tiempo, así que decidí asumir este desafío.
Creo que nuestro plan de acción, que contiene nuestros cinco objetivos estratégicos, refleja la gran cantidad de desafíos que enfrentamos, y los objetivos están todos interrelacionados. Pero cuando se producen estos terribles accidentes en los sectores de desguace de buques, minería o confección, vemos la cara más cruel de la codicia corporativa.
El trabajo precario es un gran reto. Incluso en Alemania, donde las condiciones de trabajo son las mejores del mundo, el capital encuentra maneras de introducir el trabajo precario subrepticiamente en la forma de contratistas y trabajo de agencias.
Tenemos que desarrollar sindicatos más fuertes para combatir el trabajo precario, de lo contrario se van a perder muchos puestos de trabajo en países que no van a crear empleos de buena calidad en otros lugares. Por lo tanto, debemos ayudar a los sindicatos a fortalecerse, a aumentar el número de miembros afiliados, a lograr mejor formación profesional para los trabajadores y trabajadoras. Tenemos que actuar en solidaridad cada vez que uno de nosotros sea víctima de algún ataque.
Además de todo esto, estamos en medio de un gran salto tecnológico (Industria 4.0) que afectará, y ya está afectando, a todos los sectores industriales. En un futuro próximo, van a desaparecer sectores enteros. Surgirán otros, pero probablemente generarán menos puestos de trabajo. Es por eso que debemos luchar por políticas industriales sostenibles en los diferentes países y regiones. Tenemos que aumentar al máximo posible la fuerza de los sindicatos de tal manera que podamos exigir que los gobiernos nos permitan participar, elaborando buenas políticas industriales, resistiendo el poder de las empresas transnacionales.
¿Cómo cree que IndustriALL debería desarrollarse en los próximos cuatro años?
Tenemos que mejorar algunos aspectos de nuestras estructuras en las regiones y en todo el trabajo de IndustriALL para servir mejor a nuestros afiliados. En el último período, IndustriALL logró muchas cosas buenas y también contó con muchas campañas exitosas. El Acuerdo de Bangladesh sobre Seguridad en la Construcción de Edificios y de Instalaciones de Sistemas contra Incendios ha sido un gran éxito, estableciendo una estructura jurídicamente vinculante para inspeccionar y ofrecer soluciones de seguridad ambiental en más de 1.600 fábricas de prendas de vestir en ese país.
La campaña sobre Rio Tinto ha unido a los sindicatos afiliados de las operaciones de esa compañía en todo el mundo, exigiendo que dicha enorme empresa minera entable un diálogo con los sindicatos. Si bien aún tenemos más trabajo por hacer, la campaña sobre Rio Tinto ha obligado a la empresa a realizar cambios auténticos, reemplazando a algunos administradores mineros antisindicales y dando la posibilidad para que nuestros afiliados realicen labores de sindicalización en un mayor número de lugares de trabajo de esa empresa.
Además, yo diría que otro gran triunfo ha sido haber establecido tantas redes sindicales en las empresas multinacionales. Sin embargo, debemos comunicarnos mejor y consultar más con los afiliados cuando se trata de un problema que les afecta, y así nos beneficiarán sus aportaciones.
Fundamentalmente, debemos aprovechar la fuerza que tenemos en nuestras redes sindicales y en nuestros Acuerdos Marco Globales para obligar a las empresas multinacionales a rendir cuentas por sus cadenas de suministro. También debemos ayudar a los sindicatos que organizan a los trabajadores de las cadenas de suministro: ahí es donde realmente radica la mayor parte del trabajo precario.