10 agosto, 2018IndustriALL Global Union visitó el piquete de una manifestación de trabajadores/as en una fábrica de MM Süperpak Ambalaj en Izmir, Turquía, donde el paro ya lleva 52 días. La administración ha demostrado mala fe, negándose a participar en reuniones, pero presionando a los trabajadores/as en Gaziantep para que renuncien al sindicato.
MM Süperpak Ambalaj es una filial de la empresa austríaca Mayr-Melnhof, que cuenta con operaciones en Izmir, Karaman y Gaziantep. Unos 250 trabajadores y trabajadoras del sindicato Selüloz-İş, organización afiliada a IndustriALL, se hallan en huelga desde el 20 de junio, cuando rechazaron una oferta que les negaba un aumento salarial.
Las negociaciones colectivas en las tres plantas comenzaron el 26 de enero para el período 2018-2019. De los 74 artículos que tiene el documento del convenio colectivo, 50 fueron acordados. Sin embargo, el dinero sigue siendo el principal factor de conflicto. El sindicato exigía un aumento salarial de 475 liras turcas, en tanto la administración anterior había ofrecido aproximadamente TL300. Sin embargo, en la última ronda de negociaciones, la nueva administración no ofreció ningún aumento. Antes de declarar la huelga, el sindicato estaba dispuesto a transigir, aceptando TL350, pero la administración rechazó esa propuesta.
En una carta dirigida a la administración de Mayr-Melnhof, Valter Sanches, Secretario General de IndustriALL, señaló:
“El sindicato se ha comprometido a encontrar una solución al dialogar con el empleador, sin embargo la administración local se niega constantemente a entablar negociaciones para resolver el conflicto.
“IndustriALL Global Union pide a Mayr-Melnhof Packaging International GmbH para que intervenga ante la administración de Superpak a fin de procurar negociaciones de buena fe con el sindicato de Seluloz-Is”.
La tasa de inflación en Turquía está actualmente por encima del 15%, por lo tanto la negación de un aumento salarial equivale a un recorte significativo de los sueldos. Para empresas con sede en el extranjero, la baja del valor de la Lira también ha reducido sustancialmente el costo de negocios en el país. Los niveles salariales superan levemente el salario mínimo legal, en unos US$350.
IndustriALL está trabajando en colaboración con su internacional hermana, la UITA, para contactar a los principales clientes de Mayr-Melnhof.
Hoy, los trabajadores y trabajadoras de la fábrica de Torbalı, en las afueras de Esmirna, soportaron un calor de 39 grados para expresar su firmeza. A ellos se unieron representantes de muchos sindicatos locales, incluyendo los afiliados de IndustriALL Deriteks y Teksif. Los conductores de los camiones que circulaban por la zona industrial hacían sonar la bocina en demostración de apoyo mientras los trabajadores/as gritaban eslóganes, como "Viva la solidaridad mundial", y "Con la resistencia viene la victoria”.
Hablando en el piquete, Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, afirmó:
“Vuestra lucha es justa, y les apoyamos. Hemos informado a la oficina central de la empresa en Austria sobre lo que está pasando aquí. La resolución de esta disputa está completamente en manos de la empresa.
“Vuestra lucha no es sólo una lucha por un aumento salarial justo, sino por un proceso respetuoso de negociación colectiva. Estamos informando a los clientes de la compañía en todo el mundo sobre sus políticas destructivas. Vamos a cuestionar a la empresa donde sea que la encontremos.
“Uds. van a triunfar con tal que se mantengan unidos. Somos fuertes: nuestra clase y nuestra sociedad están con nosotros porque nuestra causa es justa”.
Fundado hace más de 100 años, el Grupo Mayr-Melnhof es una empresa fabricante de cartón con 37 plantas de producción en 15 países de Europa, Medio Oriente, África del Norte, América Latina y Asia, y cotiza en la bolsa de valores de Viena. El grupo emplea a unas 10.000 personas.
Mayr-Melnhof tiene fama por sus prácticas antilaborales. En 2012, la compañía dio a conocer el cierre de una fábrica en Liverpool, Reino Unido, que afectaba a 109 miembros de Unite, sin respetar el requisito legal de un período de consulta de 90 días. Esto dio por resultado el primer cierre patronal por más de 50 años en el sector del papel e imprenta en Gran Bretaña. El comité de empresa europeo inició una demanda legal ya que la empresa violó los derechos de información y consulta sobre el cierre de una planta en Gunskirchen, Austria, y la adquisición de siete fábricas en Francia.