30 junio, 2015En la Conferencia Mundial sobre los sectores de TIC, Electricidad y Electrónica, celebrada en junio de 2015, entre otros temas importantes, se revelaron las condiciones de trabajo de las mujeres.
Es de destacar que las condiciones de trabajo de las mujeres en la industria de la confección son muy similares a las de la electrónica. En la conferencia se discutió un informe titulado Mind the Gap (Pensemos en la brecha), en el que se analizan las condiciones de trabajo de las mujeres en las industrias de la electrónica y la confección en la India. Para las mujeres, el trabajo puede ser suponer empoderamiento y proporcionar independencia, pero con demasiada frecuencia va acompañado de abusos.
En el informe se concluye que las condiciones de trabajo en las cadenas de suministro no cumplen las normas establecidas por la Organización Internacional del Trabajo, y que los salarios de los trabajadores no se pueden considerar salarios dignos. Los bajos salarios de los trabajadores perpetúan la deuda y no les permiten salir del círculo de la pobreza. Además, las trabajadoras de la confección padecen malnutrición y anemia que causa problemas de salud.
En el estudio se comparan las condiciones de trabajo y salariales en dos cadenas de suministro mundiales diferentes, que abastecen al mercado europeo con vínculos en el sur de la India: la industria de la confección en Bangalore que produce prendas de vestir para conocidos minoristas europeos, entre ellos H&M, una multinacional sueca, y el Grupo Varner noruego, y la industria electrónica en Sriperumbudur (cerca de Chennai), donde las empresas de electrónica Dell y Samsung (de Estados Unidos y Corea, respectivamente) fabrican sus productos.
En general, los trabajadores emigran de las zonas rurales en busca de mejores empleos que los que tienen en la agricultura. El cambio tecnológico ha traído consigo empleo, pero los puestos de trabajo se caracterizan por bajos salarios y falta de seguridad social. En el ámbito privado, las condiciones de vivienda y de vida de los trabajadores son deficientes, carecen de hospitales, escuelas, abastecimiento de agua y saneamiento. En Chennai, las trabajadoras viven en las zonas laborales, que no están suficientemente vigiladas, por lo que son inseguras.
Los trabajadores de Bangalore hablan de los elevados objetivos de producción a los que están sometidos constantemente. Además de tener que realizar más horas de trabajo de las legales, sufren acoso e intimidaciones de sus supervisores, y son amenazados continuamente con la terminación de sus contratos. Afirman que sin las horas extraordinarias no pueden vivir, pero que esas horas son una limitación porque alteran su vida personal y no pueden cuidar de los hijos, cocinar, lavar ni comprar alimentos.
A los trabajadores no se les permite ir al baño lo suficiente. Si van más de tres a cinco veces en un período de ocho horas, sufren abusos y humillación de sus supervisores. No pueden hacerlo más de cinco minutos cada vez y deben volver apresuradamente. Para cumplir los objetivos, los trabajadores beben menos agua, para no tener que ir al baño. En general, esos trabajadores son mujeres, y sus supervisores, hombres.
En Dell, en la India, la mayoría de los trabajadores son mujeres jóvenes solteras. Los salarios son bajos. Hacen horas extraordinarias voluntariamente, a fin de disponer de suficiente dinero para los gastos familiares. Las mujeres envían más de la mitad de sus salarios a casa para ayudar a sus familias en las aldeas, por lo que no disponen de nada para ellas, ni siquiera de alimentos nutritivos. Las trabajadoras de Dell no esperan ningún ascenso. La mayoría sólo espera trabajar hasta casarse, porque vuelven a sus aldeas para contraer matrimonios arreglados.
Cuando Nokia operaba todavía en la India, había un sindicato y las condiciones de trabajo eran considerablemente mejores. Por eso la sindicación es fundamental para mejorar las condiciones de vida y de trabajo. Únicamente con sindicatos será posible superar los abusos que prevalecen en las fábricas del mundo donde se producen los bienes que consumimos a diario.