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20 octubre, 2015El Consejo Regional de Sindicatos Globales y la CSA manifiestan su profunda preocupación por los recientes acontecimientos que amenazan la democracia en Brasil. La voluntad popular expresada en las urnas, que eligió a la presidenta Dilma Rousseff, con 54,5 millones de votos, es soberana y debe ser respetada por todos los poderes de la nación y por los grupos de la oposición derrotada en las elecciones del 2014.
Tanto en Brasil como en otros países de la región la democracia está en jaque, cuestionada por los intereses del mercado financiero internacional y de las empresas multinacionales. En el caso de América Latina y Caribe, gobiernos electos democráticamente son sometidos constantemente al asedio, a veces violento, por parte de las élites y minorías poderosas que controlan la economía y que han optado por provocar rupturas utilizando incluso mecanismos legislativos y judiciales para deponer a estos gobiernos. Los medios de comunicación, concentrados oligopólicamente a nivel nacional e internacional, actúan como los mayores instigadores de estas agendas antidemocráticas y reaccionarias contra los intereses de las mayorías.
Una "sociedad civil" construida a imagen y semejanza de los intereses minoritarios, racistas y reaccionarios, ocupa las calles y los espacios públicos para predicar un discurso de odio en contra de las conquistas populares.
Los golpes de Estado han estado y estarán siempre vinculados a los intereses de quienes quieren imponer agendas políticas y económicas reaccionarias y antipopulares, valiéndose para ello de todos los medios, desde la persecución y asesinato de dirigentes políticos y sindicales hasta la destrucción de sus organizaciones representativas. No hay nada que justifique que grupos ultra reaccionarios derrotados en las urnas quieran hacer en Brasil y en el resto de América Latina lo que hemos visto con pesar en países como Honduras y Paraguay en los últimos años.
Nuestras organizaciones están firmemente comprometidas en la lucha por la defensa de estas democracias que supimos conseguir a fuerza de enormes sacrificios. La democracia y la libertad de manifestación, así como la ampliación de derechos laborales y la distribución de la renta, son presupuestos básicos para la construcción de un Brasil y de un continente más justo.
Seguiremos luchando por la ampliación de derechos y por más inclusión, esa inclusión que hoy es atacada y cuestionada por los profetas del odio.
San Pablo, 13 de octubre de 2015
CSA, Víctor Báez, Secretario General
ICM-BWI, Nilton Freitas, Representante Regional
Industriall, Jorge Almeida, Secretario Regional ALC
ISP, Jocelio Drummond, Secretario Regional
UNI Américas, Adriana Rosenzvaig, Secretaria Regional