5 marzo, 2015La empresa australiana Discovery Metals Limited (DML) ha impuesto un cierre patronal contra 422 trabajadores, abandonando su mina de cobre Boseto, con ayuda de la policía de Botsuana. Esta empresa cotiza en la bolsa de valores.
En efecto, a aproximadamente las 2:30 de la mañana del día 27 de febrero, los trabajadores recibieron la orden de suspender sus labores durante el turno de noche, y que trasladaran todo el equipo hacia la superficie. Luego, la administración les mandó a reunirse con los demás trabajadores de la mina en una asamblea en la que Bob Fulker, Director General de DML, en presencia de miembros de la fuerza policial de Botsuana, les informó que la administración ya no mandaba en la mina, y que los trabajadores debían abandonar inmediatamente las instalaciones, incluyendo las viviendas. No se les permitió a los trabajadores hacer ninguna pregunta, y la policía les obligó a subir a unos autobuses, dejándolos a todos abandonados en Maun, un pueblo a 90 km de distancia.
Con anterioridad, se había amenazado con despedir a los trabajadores porque la empresa decía que no podía sostener sus operaciones en base solamente a la minería de superficie y que tenía que desarrollar faenas subterráneas para mejor rentabilidad de la explotación de reservas de cobre. Sin embargo, más adelante, el 9 de febrero, la compañía informó que había encontrado un inversionista para los nuevos proyectos, y el financiamiento necesario para poner fin a sus problemas actuales.
Luego, inesperadamente, a finales de febrero, señalando que no podía negociar una extensión del crédito, la empresa optó por declararse en quiebra, afirmando que ya no le correspondía responsabilidad por los trabajadores de su mina, la primera de su tipo en Botsuana.
El Sindicato de Trabajadores Mineros de Botsuana (BMWU), afiliado a IndustriALL Global Union, no fue informado de esta decisión de la administración antes del cierre patronal. Cuando los representantes del BMWU llegaron a la mina, inicialmente la policía les negó la entrada a las instalaciones; luego la administración les negó también el acceso a los trabajadores. Tres horas más tarde, la administración, de mala gana, permitió a los delegados sindicales hablar con los trabajadores que quedaban, que estaban a punto de subir a los dos últimos autobuses.
Esta breve reunión fue interrumpida por Fulker y la policía. Jack Tlhagale, Presidente del BMWU, informó lo siguiente: “Una vez que el Sr Fulker terminó de hablar y se había marchado, intervino el comandante de la policía, acompañado de otro policía no uniformado, para decirnos que ‘se acabó el diálogo’ y que quería que todos se fueran de las instalaciones de la empresa, sin más demora”.
Tlhagale terminó diciendo: “La mina Boseto de DML tiene operaciones en Botsuana, y debería estar sujeta a la legislación de Botsuana. Sin embargo, no ha tomado en cuenta las leyes del país. En la actualidad, la compañía ha violado las leyes de Botsuana, basando toda su actuación en la legislación australiana. La Policía de Botsuana se hizo presente para hacer cumplir este descarado desprecio y violación de nuestras leyes sin ningún escrúpulo”.
Por su parte, Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL, afirmó lo siguiente: “La conducta de la empresa australiana DML es inaceptable: ha dejado a los trabajadores abandonados y que el BMWU tenga que lidiar con la forma de obtener una reparación. Aún más escandalosa es la manipulación de las fuerzas estatales por parte de DML con el fin de violar los derechos de los trabajadores y sindicales. Hemos pedido apoyo solidario a nuestros afiliados australianos, el Sindicato de Trabajadores de la Manufactura de Australia ha acordado representar los intereses de los trabajadores ante la administración de la empresa”.