8 diciembre, 2020A principios de este año, los trabajadores de la fábrica de Electrolux en Ciudad Juárez, México, intentaron entablar un diálogo con la empresa cuando la administración insistió en mantener las operaciones activas a pesar de un decreto de emergencia que permitió solo la realización de trabajos esenciales, a pesar de las infecciones de COVID entre el personal y una falta de equipos de protección personal. Cuando falló este intento, las protestas se lanzaron el 7 de abril y la multinacional sueca respondió despidiendo a casi 100 personas.
Cuando la pandemia de COVID-19 llegó a México a finales de marzo, los trabajadores de la fábrica de Electrolux en Ciudad Juárez pidieron a la administración que cerrara la fábrica después de que miembros del personal contrajeran el virus. Por el contrario, la producción continuó hasta el 20 de abril, y para entonces 16 trabajadores se habían enfermado y dos habían muerto a causa de COVID.
Los trabajadores que protestaron contra la negativa de la administración a cerrar la fábrica fueron obligados a firmar despidos voluntarios. En total 99 personas fueron despedidas. Un grupo de trabajadores firmó el despido voluntario porque necesitaban el dinero y saben que en México un juicio contra la multinacional sueca puede llevar hasta cuatro años.
Electrolux realizó una investigación externa sobre los eventos que revela que Electrolux no siguió los procesos internos:
“La empresa reconoce que los eventos escalaron de manera desafortunada. Por lo tanto, la empresa buscará abrir el diálogo con los exempleados de forma individual para resolver total y definitivamente cualquier disputa relacionada con los despidos. Además, Electrolux revisará políticas, rutinas y programas de formación existentes para asegurar que la Directiva del Lugar de Trabajo pueda seguirse incluso en situaciones muy desafiantes”.
El afiliado sueco de IndustriALL, Unionen, que representa a los trabajadores en las operaciones de Electrolux en Suecia, recibe de buena manera la investigación y su conclusión, y espera continuar un diálogo genuino con la empresa.
“Los trabajadores despedidos deben ser debidamente indemnizados y deben tener el derecho a ser representados si así lo eligen. Electrolux ha anunciado que revisará las políticas y las rutinas existentes, lo cual es alentador y un paso en la dirección correcta. Un diálogo directo y dar voz a los trabajadores es crucial”.
Kan Matsuzaki, director del sector electrónico de IndustriALL, declaró:
“El acuerdo marco global que Electrolux firmó con los sindicatos suecos e IndustriALL proporciona un marco para respetar los derechos de los trabajadores en todo el mundo. La empresa debe respetar a los trabajadores que ejercieron pacíficamente su derecho a pedir a la administración que tome las acciones apropiadas para evitar el lugar de trabajo tal como se es establece en el acuerdo”.
“La situación en Ciudad Juárez todavía es crítica y Electrolux no puede ignorar el derecho de los trabajadores a una protección adecuada y a una compensación”.
Unionen e IndustriALL continuarán controlando de cerca la situación.