9 mayo, 2023De cara al debate y la votación a celebrarse los días 10 y 11 de mayo sobre una Resolución sobre Myanmar, la cuarta desde el golpe de Estado de febrero de 2021, IndustriALL Global Union e industriAll Europe escribieron una carta al Parlamento Europeo. La junta militar en Myanmar ha intensificado su represión de las fuerzas democráticas, y el Parlamento Europeo debe hacer todo lo que esté a su alcance para poner fin a este régimen y devolver la democracia al pueblo.
Después del golpe, casi todo el movimiento sindical de Myanmar ha sido prohibido, y muchos sindicalistas fueron detenidos u obligados a esconderse o exiliarse. A pesar de ello, estas organizaciones continúan funcionando de forma clandestina. Los sindicatos europeos e internacionales mantienen un contacto estrecho y frecuente con sus homólogos birmanos. Por lo tanto, ante la inminente Resolución, aprovechamos esta oportunidad para transmitir una solicitud directa del movimiento sindical de este país a los miembros del Parlamento Europeo.
Dicha Resolución debe tener en cuenta que la junta militar ha intensificado su represión de las fuerzas democráticas en Myanmar a través de un aumento de los ataques militares contra civiles, incluido el ataque aéreo en Pazigyi, ocurrido el 11 de abril, que mató al menos a 165 personas. De cara a las próximas elecciones, que los militares pretenden utilizar para fortalecer y legitimar su poder, el régimen disolvió 40 partidos políticos.
Estas acciones demuestran que no existe ningún camino hacia la democracia en Myanmar que no implique la derrota del régimen, y que la política actual de la UE de tratar de fomentar la reforma democrática a través del comercio es errónea y contraproducente.
El Gobierno militar necesita desesperadamente de divisas para comprar armas, municiones, energía y componentes. La escasez de divisas es, posiblemente, la mayor amenaza para el régimen.
IndustriALL Global e industriAll Europe piden al Parlamento Europeo que haga todo lo posible para detener el régimen militar, lo que incluye cortar su financiación a través de divisas. Toda la actividad económica proveniente de las empresas europeas trae divisas al país.
En abril de 2022, la junta militar aprobó una modificación legislativa que prohíbe mantener divisas durante más de 24 horas. La moneda extranjera debe cambiarse a la moneda local, el kyat, a una tasa preferencial. Debido a que el ejército controla el Banco Central y el Banco de Comercio Exterior de Myanmar, cualquier moneda extranjera que ingrese al país pasa directamente a manos del régimen.
Por esta razón, la UE ya ha adoptado algunas medidas restrictivas clave contra una lista de empresas birmanas, así como ha pedido a las petroleras de la UE que se retiren del país. Lo mismo debería aplicarse a las marcas de ropa europeas, ya que los consumidores de esta región, al comprar productos fabricados en Myanmar, están financiando el régimen de forma involuntaria. Esto debe parar.
A los sindicatos birmanos les preocupa que la política actual de la UE, así como la adopción parcial de medidas restrictivas que excluye a los sectores financiero y de seguros, proporcione la ayuda económica e institucional que el régimen militar necesita y socave los esfuerzos para reestablecer la democracia en el país.
En concreto, los sindicatos solicitan que la Resolución pida a la Comisión Europea y al Consejo Europeo que:
-> Retiren el apoyo de la UE al programa MADE in Myanmar. MADE, acrónimo en inglés de “Alianza Multipartita para el Empleo Decente en la Industria de la Moda de Myanmar”, es un proyecto financiado por la UE, así como por marcas de ropa con sede en Europa, que pretende establecer el diálogo social a nivel de fábrica en la industria de la confección. Mediante una carta enviada a la Comisión en abril de 2023, sindicatos independientes y organizaciones sindicales en Myanmar expresaron su malestar con el proyecto, ya que legitima la creación de organizaciones de trabajadores falsas y de un mecanismo de relaciones laborales y diálogo social controlado por los militares. En un contexto en el que las y los trabajadores no son libres de elegir a sus propios representantes, el proyecto MADE equivale a un encubrimiento que beneficia económicamente al régimen. Durante la Comisión de Investigación de la OIT sobre las violaciones de la libertad sindical en Myanmar, actualmente en curso, la junta militar argumentó cínicamente que el país cuenta con libertad sindical y diálogo social. Hoy en día, el régimen no está reconocido por la ONU, la OIT y otros organismos, y se teme que este proyecto pueda ayudar a facilitar la normalización diplomática del régimen.
-> Retiren las preferencias comerciales “Todo Menos Armas” (EBA, por sus siglas en inglés). Las preferencias EBA pueden retirarse en caso de violaciones graves y sistemáticas de los 15 convenios fundamentales de las Naciones Unidas y la OIT, como ocurrió en el caso de Camboya. Es evidente que Myanmar infringe estos convenios básicos y los principios de la UE, por lo que no debe gozar de un acceso comercial preferencial a esta comunidad.
-> Apliquen nuevas sanciones específicas. Todas las transacciones financieras internacionales relacionadas con el proceso de compra de combustible de parte del Consejo Administrativo del Estado (CAE) deben identificarse con los bancos internacionales, y se debe imponer sanciones al Banco Central de Myanmar, el Banco de Comercio Exterior de Myanmar y los Bancos de Inversión y Comercial de Myanmar. Estas medidas son esenciales para evitar que el CAE continúe con sus atrocidades, ya que impide que siga comprando armas, municiones y combustible de doble uso para transportar a los soldados y las municiones.
-> Condenen las elecciones ilícitas e insistan en la liberación de todos los presos políticos. Se necesitan medidas urgentes para poner fin a la violencia militar y restablecer la democracia real, incluidos los sindicatos legítimos.
En su declaración de noviembre de 2021, el Gobierno de Unidad Nacional (GUN) dejó en claro que ninguna empresa internacional debe funcionar en Myanmar si sus actividades proporcionan algún beneficio material al régimen, por ejemplo, a través de impuestos o facturas pagadas a empresas de propiedad militar, incluso en servicios públicos y puertos.
La modificación posterior en la ley que requiere que las divisas se conviertan en moneda local dentro de las 24 horas significa que todo el comercio con Myanmar beneficia al régimen y le permite mantener su poder, prolongando así el sufrimiento del pueblo. La resolución sobre Myanmar debería tener como objetivo cortar todo tipo de apoyo hacia el régimen.
Una retirada responsable de Myanmar de parte de las empresas es posible, y los invitamos a analizar el marco de salida responsable que IndustriALL Global ha negociado con varias marcas mundiales de ropa. Este marco es una herramienta que las empresas pueden utilizar para poner fin a sus actividades en Myanmar de forma responsable.