14 mayo, 2014Un nuevo informe sobre Huhtamaki, empresa finesa de embalaje, ha revelado la política de expansión de esta compañía en los EE.UU., creando puestos de trabajo precarios, con bajos sueldos, y poniendo en peligro la estabilidad laboral y el nivel de vida de los empleados sindicalizados.
"La proliferación del trabajo precario en los Estados Unidos es un asunto de gran preocupación para el movimiento sindical mundial," dijo Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL. "Más aún cuando la empresa que protagoniza este atropello proviene de un país que se caracteriza por sus altas normas laborales, como Finlandia."
El mencionado informe, Huhtamaki’s U.S. Expansion Model: A Low-Wage, Low-Cost, Low-Responsibility Model of Employment, (“El modelo de expansión de Huhtamaki en EE.UU.: empleo con bajos sueldos, bajos costos, poca responsabilidad empresarial”), publicado por AFL-CIO y los United Steelworkers, revela el modo cómo Huhtamaki se ha expandido rápidamente, aumentando la producción en comunidades pobres, usando agencias de trabajo temporal.
Los trabajadores de agencias de trabajo temporal suelen ganar menos de $10.00 por hora. Al comienzo, muchos trabajadores perciben solamente $9,00 por hora, y no tienen acceso a prestaciones sociales ni aumentos salariales. El ingreso anual de un trabajador con el mencionado salario por hora es de $18.720, que es $5,000 menor que el salario federal de pobreza de una familia de cuatro personas, siendo $23.850 el sueldo federal anual mínimo.
El trabajo precario puede tener consecuencias graves para la salud y seguridad de los trabajadores en el lugar de trabajo. Según han dicho los trabajadores de una planta de Huhtamaki no sindicalizada:
"... recientemente tuvieron accidentes dos trabajadores a quienes se les amputaron sus dedos pulgares. Cuando les preguntamos sobre el entrenamiento que habían recibido en materia de seguridad, el mismo grupo señaló que, a pesar de que asisten a las reuniones regulares donde la administración hace hincapié en la importancia de la seguridad, en el contexto del trabajo real, lo único que le interesa a la administración es la velocidad de producción, lo cual es causa de accidentes y gran estrés para los trabajadores".
Esta proliferación del trabajo precario, que frecuentemente es financiada con subsidios de los contribuyentes, resulta muy cara, tanto para los trabajadores de bajos ingresos y para las comunidades pobres. Al mismo tiempo, el modelo de bajos salarios de Huhtamaki pone en peligro la estabilidad laboral de los trabajadores sindicalizados de esa empresa.
En zonas de crisis económica, la empresa aplica políticas de expansión industrial, mediante subvenciones públicas. En estas industrias, muchas veces sus trabajadores no cuentan con representación sindical. Además, se imponen estrategias de producción de alta velocidad y reducción de costos. Todos estos factores ponen a los trabajadores en competencia unos con otros, tanto en plantas sindicalizadas como en aquellas que no tienen sindicato. Con esta situación, todos salen perdiendo. Los trabajadores no sindicalizados se enfrentan a políticas salariales miserables, condiciones de trabajo peligrosas, escasas o ausentes prestaciones sociales, y jubilación en condiciones de pobreza. Además, derivado de esta misma situación, los trabajadores sindicalizados también resultan afectados: sufren reducción salarial y empeoramiento de sus condiciones de trabajo, y, además, reciben amenazas constantes de transferencia de la producción o cierre de sus plantas.
"Sabemos que en Europa, Huhtamaki es una empresa socialmente responsable que trata de manera justa a sus trabajadores", dijo Jon Geenen, Vicepresidente de United Steelworkers. "Esta empresa debería aplicar a sus trabajadores en EE.UU. los mismos criterios europeos de equidad."