27 septiembre, 2012El IG BCE, afiliado alemán a la IndustriALL, ha publicado un documento de política conjunto con asociaciones de empleador sobre los efectos de la transición energética en Alemania sobre la industria química.
En la carta conjunta a la canciller Angela Merkel del IG BCE, la Asociación Alemana de la Industria Química (VCI) y la Asociación Federal de Empleadores de la Química (BAVC), se pide a la canciller que garantice que la transición en la mayor economía de Europa a la producción de energía sostenible será rentable y socialmente justa.
En el documento se insiste en la importancia de la energía para la industria química con gran intensidad energética en Alemania, y la continua necesidad en el futuro de una fuente de electricidad asequible y segura. El sindicato y los empleadores coinciden en que la conversión del suministro de energía no debe crear desventajas competitivas para la industria.
El IG BCE conduce la negociación colectiva a nivel de la industria con la BAVC, en nombre de 550.000 trabajadores de la química empleados en unas 1.900 compañías. El documento va firmado por el presidente del IG BCE, Michael Vassiliadis, el presidente de la VCI, Klaus Engel, y el presidente de la BAVC, Eggert Voscherau.
La Ley de energía renovable (EEG) se promulgó en Alemania en 2000. Esa legislación estimula la eficiencia energética y conduce a un impulso masivo de las energías renovables en Alemania. El costo de aplicar las disposiciones de la EEG lo pagan los usuarios y no el contribuyente en Alemania. Ya ha dado lugar a un gran desplazamiento de los suministros de energía fósil y atómica a fuentes de energía renovables, y a un gran desplazamiento de estructuras de electricidad centralizadas a un enfoque descentralizado de la producción de energía, dispersando la producción de un pequeño número de grandes compañías.
El IG BCE, la VCI y la BAVC dicen que la EEG y el impuesto sobre la energía existen para garantizar la competitividad y la preservación de empleos. Sin embargo, algunas cuestiones básicas sobre la transición de la energía siguen sin respuesta, especialmente en lo relativo a la seguridad de suministro, el desarrollo, tan necesario, de redes y plantas, y el factor social.
En la declaración conjunta se dice:
La industria química tiene una larga tradición en el mejoramiento de su propia eficiencia energética. Como resultado, la industria h reducido el consumo en el período 1990-2010 en un 20 por ciento, mientras que la producción ha aumentado un 58 por ciento en el mismo período.
Aproximadamente el 17 por ciento de la electricidad en Alemania es generado ahora por energías renovables. La industria de la energía renovable emplea en Alemania a unas 350.000 personas.