1 septiembre, 2022La industria minera de Pakistán está plagada de enfermedades laborales e infracciones de las normas de seguridad en el lugar de trabajo. La exposición al polvo de carbón conduce a diversos problemas de salud, tales como enfermedades pulmonares y cardíacas graves y lesiones de la columna vertebral. A esto se suman los peligros de la intoxicación por gas metano, la asfixia, las explosiones subterráneas o los derrumbes de las paredes de las minas, que provocan numerosas muertes cada año.
Según los afiliados de IndustriALL, este año se han producido 60 accidentes en las minas de Pakistán, donde más de 90 trabajadores perdieron la vida y unos 40 sufrieron lesiones graves.
En una reunión de consulta tripartita organizada con el apoyo del Sindicato Australiano de la Energía y la Manufactura, afiliado a IndustriALL, celebrada el 18 de agosto en el país, los empleadores, representantes gubernamentales y la Federación Central de Trabajadores Mineros de Pakistán (PCMLF) convinieron en la importancia de trabajar juntos en pro de una minería segura.
Todos los participantes estuvieron de acuerdo en que la salud y la seguridad laboral es de máxima prioridad, así como dialogaron acerca de la importancia de contar con el equipo de seguridad necesario en los emplazamientos mineros, tales como aparatos de rescate, la iluminación apropiada y equipos de extinción de incendios y de detección de gas metano, así como el sistema de ventilación adecuado.
“Los propietarios de las minas deben asumir la responsabilidad de garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores. Deben impartir capacitación para que el trabajo se pueda realizar de manera segura, así como informar a los trabajadores sobre los riesgos laborales asociados a la minería. Instamos al Gobierno a llevar a cabo inspecciones periódicas de los emplazamientos mineros para identificar fallas en los mecanismos de seguridad”,
expresó Sultan Khan, secretario general del PCMLF.
El inspector de minas del Gobierno explicó que los propietarios de las minas deben rendir cuentas cuando no se respetan los procedimientos operativos y que se les impone una multa considerable si se encuentran fallas de seguridad durante las inspecciones, una declaración contradicha por los sindicatos.
La ley pakistaní exige un médico y una ambulancia en cada emplazamiento minero, pero esto no se cumple. Al no haber hospitales ni farmacias en muchos kilómetros a la redonda, los trabajadores de las minas se ven privados de recibir atención médica de emergencia en caso de accidentes.
Los empleadores alegaron que la negligencia de los trabajadores también causa accidentes, pero los sindicatos refutaron esta afirmación con el argumento de que la seguridad es responsabilidad de la dirección.
“Hay una falta total de protocolos de seguridad en las zonas mineras de Pakistán. Los empleadores deben invertir en infraestructura de seguridad para prevenir accidentes laborales. Hacemos un llamamiento al Gobierno de Pakistán para que ratifique el Convenio 176”,
declaró el secretario general adjunto de IndustriALL, Kemal Özkan.
Los registros de asistencia suelen mantenerse de forma deficiente, lo que no solo promueve el robo de salarios, sino que también da lugar a la denegación de la indemnización en caso de muerte y/o lesiones.
La falta de acceso al agua potable o a instalaciones sanitarias en el trabajo, así como el hecho de que los trabajadores reciben salarios de pobreza y no están cubiertos por la seguridad social, fueron algunos de los otros problemas planteados por los miembros del sindicato.