11 abril, 2013Trabajadores despedidos en la planta de aluminio de Friguia de la multinacional rusa Rusal han montado piquetes con sus familias ante las oficinas de las autoridades locales durante varios días, pidiendo la reapertura de la planta.
La dirección respondió vengativamente a la huelga de los trabajadores de hace un año parando por la fuerza la producción, y dejando a 1.030 empleados permanentes y a 2.000 trabajadores subcontratados sin sueldo desde abril de 2012. Tres de los afiliados a la IndustriALL Global Union en Guinea, las federaciones de minería de CNTG y USTG, y centros nacionales de ONSLG, organizan a trabajadores de Rusal Friguia.
Desde 2011, la dirección de Rusal Friguia se ha negado a participar en la negociación colectiva con representantes sindicales, pretextando la difícil situación económica de la compañía. La dirección siguió agresivamente una táctica de intimidación y provocación de los representantes sindicales y de los trabajadores a nivel de la planta. El 4 de abril de 2012, los trabajadores de Rusal Friguia iniciaron una huelga en protesta por la intransigencia de la dirección. Rusal Friguia suspendió inmediatamente sus operaciones en las ciudades de Fria y Conakry, y despidió a los trabajadores. Al mismo tiempo, Rusal ejerció presión sobre el Tribunal de Trabajo provincial para declara ilegal la huelga.
Como resultado de las negociaciones con el arbitraje del Gobierno, en junio de 2012 los trabajadores de Rusal Friguia acordaron poner fin a la huelga. Pero Rusal se negó a dar por terminado el cierre patronal hasta que los sindicatos aceptaran la responsabilidad de las pérdidas de la compañía durante la huelga, a lo que los trabajadores se negaron, evidentemente.
Lo que posteriormente quedó claro fue la ambición de Rusal de explotar del rico yacimiento de bauxita denominado Dian Dian. En las negociaciones con el Gobierno guineano, Rusal exigió indudablemente el acceso exclusivo a Dian Dian como condición para reabrir sus instalaciones en Friguia.
Por último, a comienzos de 2013 se adjudicó a Rusal el contrato para explotar Dian Dian. El Gobierno anunció públicamente la inminente reapertura de la planta de Fria. Pero hasta ahora la situación no ha cambiado.
El Gobierno proporcionó compensación económica a los trabajadores en los tres últimos meses de 2012. Pero antes de esa fecha, y desde enero de 2013, los trabajadores no han recibido ningún ingreso, y muchos de ellos tienen que vender sus pertenencias para sobrevivir. Los trabajadores no son los únicos afectados por la crisis, pues además de ellos 120.000 habitantes de Fria, que viven principalmente gracias a la planta de Friguia, están sumidos en una situación precaria.
La IndustriALL denuncia la situación de los trabajadores de Rusal Friguia y de los residentes de Fria, y se une a sus afiliados en Guinea para solicitar una rápida y justa solución industrial.