16 agosto, 2017Dos trabajadores de Gerdau perdieron la vida el 15 de agosto fruto de una explosión en la planta siderúrgica de Ouro Branco, Brasil
Los problemas de salud y seguridad en las plantas de Gerdau siguen cobrando vidas. A menos de un año del accidente que causó la muerte de tres empleados, la misma planta vuelve a ser escenario de una tragedia.
“Es el cuarto accidente de envergadura que ocurre en menos de un año en esta planta, la cual emplea alrededor de 2.000 trabajadores. El año pasado 5 trabajadores murieron en 3 accidentes”
informó Jorge García-Orgales del Comité Mundial de Trabajadores en Gerdau.
En esta oportunidad, el incidente ocurrió en la cima de la chimenea de la unidad llamada “coquería 2”, durante el mantenimiento de una torre de gas. Dos trabajadores fallecieron –uno de ellos tercerizado-, otros dos están en estado grave en terapia intensiva y otros resultaron heridos.
El sindicato de trabajadores metalúrgicos de Ouro Branco (Sindob, el cual integra la CNTM-FS, a su vez afiliada a IndustriALL) paró las actividades en la planta de Gerdau durante una hora en reclamo de más seguridad y dijo que va a evaluar tomar nuevas acciones en la semana. El Sindob atribuye las muertes a la falta de mantenimiento preventivo.
El coordinador del Comité de Trabajadores de Gerdau y secretario general de la CNM/CUT (afiliada a IndustriALL), Loricardo de Oliveira, informó que el Comité está orientando a los trabajadores de todas las unidades de Gerdau en Brasil y en otros países a manifestarse el 23 de agosto en solidaridad con los metalúrgicos de la planta de Ouro Branco y contra el trabajo precario en todas las plantas.
El Comité visitó por primera vez la planta de Gerdau en Ouro Branco en mayo, y aprobó un plan de acción para promover la política de seguridad y salud laboral que buscará impedir que se continúen suscitando esta clase de accidentes.
Fernando Lopes, director de IndustriALL y dirigente sindical en una planta de Gerdau en Brasil declaró:
“Está probado que la política de cero accidentes de Gerdau es ineficaz. Después de tantas muertes es hora de que la empresa se siente a discutir con los sindicatos una política seria de seguridad en sus plantas”