17 septiembre, 2015La empresa de calzado Bata, multinacional que se hace pasar como empresa ejemplar del capitalismo responsable, es culpable de la detención sin fianza de un trabajador mexicano y la amenaza de inminente arresto de otras ocho personas, solamente por exigir que la empresa ponga fin al cierre patronal contra sus trabajadores.
Hace cuatro años atrás, Calzado Sandak, una filial de Bata, cerró sus puertas de manera ilegal, aduciendo que la planta no era rentable. Desde esa fecha, los trabajadores han mantenido un piquete frente a la planta, pero ahora la empresa ha presentado cargos criminales en su contra, acusándoles de 'extorsión'. El Secretario General del sindicato, Gustavo Labastida Adriano, se encuentra actualmente en la cárcel, y siete de sus colegas, la mayoría de los cuales han trabajado en la planta durante muchos años, podrían ser detenidos en cualquier momento.
Jyrki Raina se refirió a esta salvaje situación: “La brutal ironía de este conflicto es que Bata ha violado la legislación laboral que protege los derechos de los trabajadores, utilizando el derecho penal para obligarlos a renunciar a su lucha legítima”.
“En verdad, no se trata de extorsión por parte de los trabajadores, sino de represión por parte de la empresa en confabulación con las autoridades”, explicó Raina. “A pesar de que la ley señala que la libertad bajo fianza para un trabajador no puede exceder el salario de un día de trabajo, en este caso se ha fijado en más de 2 millones de dólares. Gustavo demoraría 600 años en ganar esa cantidad, suponiendo que para entonces todavía tuviera trabajo”.
Puede ser que las autoridades laborales mexicanas sean disfuncionales (en la Conferencia Internacional del Trabajo de este año, México fue preseleccionado para revisión de su aplicación de las normas del trabajo, junto a países como Bielorrusia, Suazilandia, Bangladesh y Guatemala). Sin embargo la ley mexicana es muy clara: una empresa debe buscar la aprobación de las autoridades antes de realizar despidos masivos por motivos económicos. Por lo tanto, la relación de trabajo permanece en vigor hasta que se haya terminado por medio de una decisión judicial o un acuerdo entre las partes.
La empresa alegó que se había visto obligada a cerrar la planta debido a la baja producción, pero también en este sentido los trabajadores cuentan una versión muy diferente. Dicen que la administración tomó decisiones equivocadas, usando materiales con precio rebajado y subcontratando el trabajo a talleres locales. Con el fin de salvaguardar los puestos de trabajo restantes, el sindicato llegó a un acuerdo sobre la productividad, pero la compañía no cumplió con lo acordado, y de la noche a la mañana cerró la fábrica.
Jyrki Raina agregó: “Sin duda, no es coincidencia que en un país con renombre por promover sindicatos falsos para negar los derechos de los sindicatos independientes, Calzado Sandak era una de las pocas fábricas donde los trabajadores tenían un sindicato independiente y también un convenio colectivo”.
“Tampoco es de extrañarse que las autoridades mexicanas se hayan puesto del lado de la empresa en todo momento, incluyendo la aceptación de falsedades de parte de la compañía, que afirmaba que la fábrica cerraba debido a que los trabajadores se habían declarado en huelga”.
IndustriALL Global Union ha pedido a los directivos de la multinacional suiza en cuestión reconocer a los trabajadores como empleados de Bata, retirar todos los cargos en su contra, y que sus representantes viajen a México para realizar negociaciones de buena fe con el fin de resolver el conflicto de manera rápida y justa. Nuestro sindicato mundial ha solicitado una reunión urgente con la administración de la empresa para estudiar este caso.