22 enero, 2019Ayer, en horas de la mañana, fue detenido en el aeropuerto de Harare el Secretario General del Congreso de Sindicatos de Zimbabue (ZCTU), Japhet Moyo. Fue acusado de subversión después de que el ZCTU hiciera un llamado para una huelga general contra un dramático aumento del precio del combustible.
El arresto del mencionado dirigente sindical se produjo después de más de una semana de disturbios en Zimbabue que dejaron a 12 personas muertas y cientos de heridos. La policía y los soldados, que respondieron a las manifestaciones masivas el 14 de enero, utilizaron municiones reales contra los manifestantes.
El 15 de enero, la policía allanó la casa de Peter Mutasa, presidente del ZCTU, destruyendo bienes de su propiedad. Peter Mutasa no estaba en casa en ese momento, y se desconoce su paradero actual. Su hermano, que estaba en casa, fue severamente golpeado. El supuesto "crimen" de Mutasa fue grabar y difundir un vídeo en el que se pedía a los trabajadores/as participar en la huelga general del 14 al 16 de enero para protestar pacíficamente por la política gubernamental.
Por otro lado, Japhet Moyo, quien no estaba en Zimbabue en el momento en que se llamó a la huelga, fue detenido en el aeropuerto al regresar al país. Fue acusado de subversión por el papel que supuestamente desempeñó en la acción sindical.
El presidente del Sindicato Unificado de Profesores Rurales de Zimbabue, Obert Masaraure, fue secuestrado, torturado y encarcelado. Según un tweet, en su última llamada a un amigo, Masaraure dijo: “No estoy bien; ellos (las fuerzas de seguridad) están entrando a la fuerza”.
Zimbabue está sufriendo una crisis financiera cada vez más grave. A consecuencia de que la moneda nacional cayó en picada en 2009, el país comenzó a utilizar el dólar estadounidense en lugar de su propia moneda, pero carece de las reservas de divisas necesarias para cumplir con sus obligaciones. Los precios han aumentado dramáticamente y el poder adquisitivo se ha derrumbado. A principios de enero, los 305.000 funcionarios públicos del país notificaron que iban a declarar la huelga después de que se les pagara en la moneda local, denominada billetes “bond note” en lugar de dólares.
El 12 de enero, el gobierno aumentó el precio del combustible en más de 200%, haciendo que la gasolina de Zimbabue sea la más cara del mundo. Al día siguiente, el ZCTU convocó una huelga general de tres días, que contó con el apoyo de varias organizaciones de la sociedad civil. La indignación generalizada hizo que miles de personas participaran en manifestaciones masivas, que no fueron convocadas por el ZCTU, que incluían el saqueo y la destrucción de bienes. Esto llevó a una brutal represión por parte de las fuerzas de seguridad. El gobierno también cerró la internet, haciendo difícil la comunicación.
Valter Sanches, Secretario General de IndustriALL Global Union, escribió al presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, pidiéndole que pusiera en libertad a Japhet Moyo y que garantizara la seguridad de Peter Mutasa:
“Pedimos que se ponga fin a la persecución y hostigamiento que se está aplicando contra los dirigentes sindicales, y que el gobierno participe en un diálogo social que involucre a los sindicatos y otras partes interesadas para resolver la crisis económica en Zimbabue y detener la hiperinflación que empobrece a los trabajadores y trabajadoras. Creemos que una de las maneras de enfrentar la crisis es a través de la aplicación de políticas económicas sanas, con una formulación inclusiva.