4 agosto, 2014Con energía y unidad respondieron los sindicatos Filctem-Cgil, Femca-Cisl, y Uiltec-Uil, organizaciones italianas afiliadas a IndustriALL Global Union, con una serie de protestas conjuntas contra los planes, dados a conocer a principios de julio, del Grupo Eni, gigante de la energía, que intentaba cambiar radicalmente su plan de inversiones en refinerías en Italia.
El 31 de julio, tras una serie de reuniones, tanto con la empresa como con el Gobierno, los sindicatos llegaron a un acuerdo con Eni respecto a las refinerías de Gela y Porto Marghera, que serían las más afectadas si se aplicaran los nuevos y drásticos planes de la empresa.
Según los sindicatos, las partes habían suscrito un acuerdo por el cual la empresa se comprometía a reiniciar las operaciones preliminares, en particular la línea 1 de la refinería de Gela, incluso mediante la participación de trabajadores tercerizados, con el fin de aportar inversión para la segunda etapa del proyecto de transformación de Porto Marghera en una "refinería verde" en base al plazo y programa previstos que fueron señalados en los acuerdos firmados en julio de 2013 y febrero de 2014.
A pesar de la estrategia y del plan de inversiones que se habían establecido anteriormente, hace sólo unas semanas Eni dio a conocer un cambio en sus planes con respecto a la planta de Gela, incluyendo la transformación del sitio en una refinería con la más avanzada tecnología. De acuerdo con los nuevos planes que la empresa ha presentado, la refinería de Gela tendría que desmantelarse, construyendo en su lugar una nueva “refinería verde”. Sin embargo, a diferencia del plan anterior, este nuevo proyecto pone en grave peligro los puestos y condiciones de trabajo de por lo menos 2.500 trabajadores, contratados en forma directa e indirecta, y sus familias, en la región de Gela; además, su costo podría ser de alrededor de un 7% de reducción del PIB de Sicilia, que es una zona con escasos recursos económicos.
El 29 de julio, los sindicatos declararon la huelga nacional, que fue apoyada por más del 90% de los trabajadores. Cientos de personas se reunieron frente al Palacio de Montecitorio en Roma, sede de la Cámara de Diputados de Italia, con el fin de protestar contra los planes de la empresa, que amenazaban perjudicar gravemente a los trabajadores de Eni todo el país.
El negocio de las refinerías en Italia y, en general, en Europa y en los países industrializados, ha enfrentado graves dificultades, que resultan en el cierre de plantas de producción y la eliminación masiva de puestos de trabajo. Debido a estas posibles consecuencias, los trabajadores italianos en todo el sector declararon una huelga de dos horas con el fin de atraer la atención de Eni, cuya estrategia, según los sindicatos, debería reorganizarse radicalmente para enfrentar los problemas actuales y evitar nuevos cierres y despidos en el sector de la refinación y comercialización, siempre y cuando las actividades de Eni en el campo de la exploración y producción genere beneficios actuales.
Los sindicatos están firmemente convencidos de que Eni cuenta con sólidos recursos económicos, técnicos y mano de obra, y que el gobierno italiano, como uno de los principales accionistas de Eni, debería desempeñar un papel positivo (dentro de los límites de las normas de la Unión Europea) para conservar la presencia fundamental de Eni en el campo industrial y energético de Italia.
"IndustriALL Global Union aplaude el empeño y la resistencia que han demostrado sus afiliados italianos al lograr este importante resultado", dijo Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL.