25 junio, 2015El vibrante movimiento sindical en Georgia viene creciendo desde 2012, y el país es una prioridad para la IndustriALL Global Union por lo que respecta a la organización sindical.
El último taller de una serie de cinco en el marco de un proyecto de sindicación apoyado por el afiliado noruego a la IndustriALL el Industri Energi (IE) se celebró en Kobuleti del 31 de mayo al 2 de junio de 2015.
Tras la aprobación de un nuevo código de trabajo en 2006, los sindicatos de Georgia han sufrido la presión de los empleadores y del Estado durante varios años. Según los expertos, el código de trabajo es uno de los peores ejemplos de todos los que existen actualmente en el mundo. Como resultado del gran cabildeo de las empresas, en Georgia hay un pequeño folleto de unas 60 páginas en el que no se menciona a los sindicatos, en lugar de una ley laboral detallada que corresponda a las normas internacionales y de la OIT.
El código de trabajo ha tenido graves consecuencias para los trabajadores en el país: las inspecciones de trabajo se han suprimido, los sindicatos están sometidos a constante presión y, como consecuencia, el número de miembros disminuye.
Los sindicatos han luchado durante más de siete años para lograr que las autoridades estatales les escuchen, iniciar un diálogo social y que se introduzcan algunos cambios en la legislación laboral.
Tamaz Dolaberidze, presidente del afiliado a la IndustriALL el Sindicato de Trabajadores de la Metalurgia, la Minería y la Industria Química de Georgia (TUMMCIWG), dijo:
Como el Estado no favorece ya al empleador en los conflictos colectivos del trabajo y está más abierto al diálogo social, ahora tenemos más posibilidades de desarrollar nuestros sindicatos.
Los líderes y los activistas sindicales del Sindicato de Trabajadores de la Metalurgia, la Minería y la Industria Química de Georgia participaron en el taller y escucharon a Ole-Kristian Paulsen, asesor internacional del IE, quien habló a los participantes de las actividades de los sindicatos noruegos y el subsiguiente reconocimiento de la necesidad de un diálogo de igual a igual entre los interlocutores sociales que ha conducido a la prosperidad del país.
Al conocer los esfuerzos de los empleadores georgianos para suprimir a los sindicatos en sus empresas, Ole-Kristian Paulsen dijo:
Es absolutamente contraproducente, ya que todo el mundo acabará por afiliarse al sindicato. Si el empleador hubiera dedicado esos esfuerzos a desarrollar la producción, el rendimiento de la empresa hubiera sido mucho mayor, hubiera proporcionado más beneficios a las empresas y los empleados tendrían salarios más altos.
Eduard Vokhmin, formador sindical, facilitó la capacitación práctica. Los participantes se familiarizaron con varios métodos de sindicación utilizados en determinadas situaciones en sus empresas.