12 mayo, 2022Más de un año después del golpe de Estado militar en Myanmar, continúa la represión apoyada por el Estado en las fábricas de prendas de vestir en Myanmar. IndustriALL vuelve a exhortar a las marcas a que se vayan de Myanmar, ya que la debida diligencia no es posible en una dictadura militar.
En abril, tres trabajadores de la confección de Sioen Myanmar Garment fueron arrestados por su participación en el movimiento de desobediencia civil. Entre los tres hay una dirigente sindical, detenida después de compartir publicaciones políticas en las redes sociales.
Según IWFM, afiliado a IndustriALL, los tres sindicalistas habían sido liberados.
Khaing Zar, presidente de IWFM y tesorero de la Confederación de Sindicatos de Myanmar (CTUM), señaló:
“El régimen ilegítimo de la junta debe cesar las violaciones de los derechos humanos de los miembros del sindicato; todos deben tener libertad de expresión y pensamiento”.
“Exhortamos a la comunidad internacional a que comprenda la situación de la industria de la confección de Myanmar. No solo los trabajadores están constantemente expuestos al riesgo de ser arrestados, sino que los empleadores ignoran todos los reglamentos vigentes y tratan a los trabajadores como si Myanmar fuera un país sin leyes, aprovechándose de la situación política actual”.
Después del golpe, Sioen Myanmar Garment dejó de respetar el convenio colectivo firmado con el sindicato antes de este. Los miembros de IWFM que trabajan en la fábrica informan que el empleador contrató trabajadores temporales para luego rescindir el contrato antes del final del período de prueba de tres meses con el pretexto de que hay un exceso de personal, y los volvió a contratar después de la rescisión.
Se considera que el empleador no quiere contratar a los trabajadores de manera regular, ya que se niega a pagar el salario mínimo legal de 4800 kyats (US$ 2,6) por día.
La secretaria regional de IndustriALL para el Sudeste Asiático, Shinya Iwai, expresó:
“La continua represión demuestra que los empleadores no pueden proteger los derechos de los trabajadores. Sioen debe asumir toda la responsabilidad y encontrar soluciones para los trabajadores. La OIT y otros organismos internacionales deberían tomar medidas respecto a la violación de la libertad de asociación y la libertad de expresión, y orientar a sus miembros para que reconsideren su relación con Myanmar”.
Sioen Myanmar Garment produce chaquetas y pantalones bajo su propia marca y emplea a más de 700 trabajadores en la zona industrial del municipio de Hlaing Thar Yar.