23 marzo, 2022Con registros de las oficinas y arrestos de dirigentes sindicales por parte de la policía, la situación de los sindicatos bielorrusos es cada vez peor.
El 21 de marzo, las fuerzas del orden registraron y revolvieron la oficina sindical de la empresa petrolera Naftan, e incautaron los equipos, incluidas las computadoras, los documentos y las banderas del sindicato.
La activista sindical Nina Barysava pasó una noche detenida y la policía registró su casa e incautó su teléfono. También se llevó a cabo un allanamiento del apartamento de Gennadz Vorona, vicepresidente del Sindicato Independiente de Bielorrusia (BITU) en Naftan.
Volha Brytsikava, presidenta del BITU en dicha empresa, se encuentra en prisión tras recibir tres penas de 15 días de arresto por manifestarse en contra de la guerra.
Según los informes, la policía realiza estos registros y arrestos con el fin de intimidar al sindicato para que entregue las listas de los miembros restantes en Naftan, según lo requerido por la fiscalía.
El mes pasado, la policía también tomó medidas represivas en contra de los sindicatos. Aleksandr Yevdokimchik, de 67 años de edad, subdirector del afiliado de IndustriALL SPM, fue detenido el 24 de febrero cuando llegó a trabajar a la oficina sindical. En un juicio celebrado cuatro días después, Yevdokimchik fue condenado por vandalismo, presuntamente cometido en la comisaría, y pasó 17 días en prisión.
Atle Høie, el secretario general de IndustriALL, expresó:
“Mientras continúe esta salvaje persecución sindical, IndustriALL seguirá luchando por nuestros sindicatos. Estas violaciones deben detenerse y Bielorrusia debe respetar las obligaciones del Convenio 87 de la OIT, que el gobierno ha ratificado”.