10 septiembre, 2012A pesar de los intentos del Sindicato Nacional de Metalúrgicos de Suráfrica (Numsa), la dirección de Dunlop se ha seguido negando a regresar a la mesa de negociaciones para solucionar una huelga que ya entra en su tercera semana.
Los 300 miembros del Numsa en la Dunlop de Howick, Kwa Zulu Natal, han estado en huelga desde el 22 de agosto, después de haber sido rechazada su reivindicación de un convenio de dos años, con un incremento salarial del 10% el primer año y el 9% el segundo. Los trabajadores exigen además una bonificación de dos semanas de salario y dos semanas de indemnización por despido por cada año de servicio en la empresa.
“Estamos convencidos de que esas reivindicaciones de los trabajadores son razonables y legítimas”,dice Mbuso Ngubane, Secretario Regional de la Numsa Kwa Zulu Natal: “No permitimos que nuestros miembros sean sometidos a sueldos de hambre y a la pobreza. ” .
Los trabajadores en huelga son en parte empleados permanentes y en parte, temporales. Está aumentando el número de los temporales, empleados por Dunlop a través de agencias, lo cual es causa de honda preocupación para la Numsa. “El empleo de un gran número de trabajadores a través de agencias sigue sometiendo a los trabajadores de Dunlop a condiciones inaceptables –dice Ngubane-. Por esa razón estamos empeñados en luchar por lograr su empleo permanente.”
Dunlop ha respondido a la huelga empleando mano de obra ilegal, y se ha negado a regresar a la mesa de negociación. Además, la empresa ha empleado un servicio de seguridad privado, fuertemente armado, que según la Numsa es una táctica para intimidar y amenazar a los trabajadores en huelga.
Desde el incidente de Lonmin, donde la policía abrió fuego y mató a 34 trabajadores en huelga, ha habido en el sitio de la huelga un amplio despliegue de policía, que según la Numsa es excesivo y constituye una provocación, en un momento de gran tensión en las relaciones laborales de Suráfrica.
Ngubane habla de memorias que evocan los actuales hechos: “Este reciente despliegue de policía no se diferencia de las experiencias del apartheid, cuando se recurría irresponsablemente a la policía para proteger los intereses de los amos capitalistas.” Opina que la reacción de la policía es injustificada, ya que la huelga se ha caracterizado por un alto nivel de disciplina y madurez de los trabajadores.