9 agosto, 2012La IndustriALL Global Union sigue apoyando la activa campaña de sus dos afiliados tailandeses TWFT y CWUA para la readmisión de dieciocho activistas sindicales despedidos por sus actividades sindicales en una filial de Mölnlycke, el fabricante de productos sanitarios radicado en Suecia.
Dos afiliados a la IndustriALL Global Union en Tailandia, la Federación de Trabajadores del Textil, Vestuario y Cuero (TWFT) y la Alianza Sindical de Trabajadores de la Química (CWUA) denuncian el despido masivo de miembros de su afiliado conjunto el Sindicato Obrero de Atención de Salud de Mölnlycke. Desde que se creó el sindicato local en 2011, cierto número de trabajadores han sido despedidos por su participación en actividades sindicales. Treinta y tres fundadores y líderes del sindicato a nivel de planta fueron despedidos en 2001, a pesar de que el Comité de Relaciones de Trabajo (CRT) de Tailandia declaró injusto el despido y ordenó a la compañía que readmitiera a los trabajadores. Posteriormente se readmitió a dos trabajadores; uno de ellos fue elegido presidente del sindicato y despedido de nuevo en 2007.
Comenzó otra oleada de despidos en las negociaciones colectivas de 2011, que fueron obstaculizadas por la publicación por la dirección local de “órdenes de suspensión del trabajo” para la mayoría de los representantes sindicales que dirigían la negociación en nombre de los trabajadores. Las órdenes de suspensión del trabajo impidieron la entrada en la factoría de los representantes sindicales para reunirse con los trabajadores a fin de discutir las condiciones del convenio colectivo. La dirección no dio jamás ninguna explicación de sus acciones.
A pesar de esta intimidación de la dirección, las negociaciones concluyeron el 5 de septiembre con un nuevo convenio colectivo, pero inmediatamente después del acuerdo la dirección despidió a 22 trabajadores que habían participado en las negociaciones, muchos de ellos delegados sindicales. La dirección local de Mölnycke se negó a explicar esa decisión y rechazó todas las tentativas del sindicato para entablar un diálogo al respecto.
Se vieron obligados a llevar el caso al Comité de Relaciones de Trabajo de Tailandia, el cual, tras una investigación detallada, dictaminó el 19 de enero de 2012 que los trabajadores habían sido despedidos injustamente. En lugar de respetar el fallo del CRT, Mölnlycke respondió con una demanda judicial para anular la orden, y prolongar la causa. Entretanto, cuatro de los despedidos han renunciado, al pagarles la compañía indemnizaciones pactadas, pero ocho miembros sindicales despedidos siguen excluidos.
Utilizando la ausencia de dieciocho representantes de los trabajadores elegidos democráticamente, la dirección local procedió a intimidar a los trabajadores existentes para que firmaran contratos individuales sobre nuevas condiciones salariales y laborales reducidas. Los que se negaron a firmar han sido sancionados por la dirección mediante órdenes de suspensión del trabajo y traslados forzosos a empleos para los que no están debidamente formados.
Dos afiliados suecos a la IndustriALL Global Union, Unionen e IF Metall, han tomado la iniciativa de apoyar la campaña mediante varias reuniones a nivel local y de la sede. Finalmente, la dirección de Molyncke ha insistido en esperar la decisión judicial definitiva para la readmisión de los trabajadores despedidos.
Después de varias comunicaciones, el secretario general de la IndustriALL, Jyrki Raina, ha denunciado esos graves abusos de derechos laborales fundamentales en Tailandia a la alta dirección de la multinacional radicada en Suecia. Aun reconociendo y apoyando una iniciativa de diálogo y formación entre la compañía y los afiliados suecos a la IndustriALL, Unionen e IF Metall, Raina escribió: “Permítaseme agregar honestamente que, para que esos pasos se materialicen, necesitamos una sólida base que, en esta fase, sólo puede obtenerse con la readmisión de los dieciocho miembros sindicales despedidos.