31 julio, 2015En un foro sectorial, dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Minería, Energía y Química (IG BCE), organización alemana afiliada a IndustriALL Global Union, analizaron las relaciones laborales que se dan actualmente en la China.
En la China se fabrican productos químicos a una escala mucho mayor que en ninguna otra parte del mundo, y muchas EMN alemanas del sector de la química tienen grandes inversiones en ese país. 189 filiales de empresas químicas alemanas tienen operaciones en la China; en su conjunto logran una facturación de aproximadamente €17,4 mil millones anuales, empleando a 52.000 personas. Al mismo tiempo, las compañías chinas invierten cada vez más en empresas situadas en Alemania y Europa.
En el foro señalado, unos 60 participantes evaluaron la evolución de las relaciones laborales en la China y posible colaboración y asociación con sus contrapartes chinas. La conclusión principal del foro sectorial del IG BCE fue la expectativa de que los trabajadores de todo el mundo tienen que solidarizarse y la competencia entre las empresas no debe darse a expensas de las condiciones de trabajo, seguridad y salarios.
Michael Vassiliadis, Presidente del IG BCE, señaló lo siguiente: “La responsabilidad social de las empresas no se limita a Alemania. El buen trabajo requiere respeto, equidad y confianza. Tenemos que desarrollar un equipo especializado para ayudar a nuestros hermanos y hermanas en la China”.
Aunque el gobierno chino ha introducido reformas en el ámbito de la legislación laboral, estableciendo la Ley de Contratos de Empleo, el Acta sobre Promoción del Empleo, y la Ley sobre Conflictos Laborales, todavía falta un largo y arduo camino para alcanzar un mercado de trabajo más eficiente y justo.
En cada región de la China, la administración local de las empresas puede interpretar y aplicar de manera flexible la normativa legal previamente determinada por el gobierno central, lo cual hace difícil hacer cumplir y exigir que las normas y leyes se pongan en práctica de manera eficaz.
Otro gran problema es también la restricción de la creación de sindicatos independientes. Para tener legitimidad, cada sindicato local y recién formado tiene que adherirse a la Federación Panchina de Sindicatos (ACFTU).
En el foro sectorial, se informó a los participantes que empresas multinacionales como Bayer y Evonik aplican el modelo alemán de relaciones laborales en sus plantas ubicadas en la China. Esto incluye convenios colectivos y la elección de representantes de los trabajadores. La información recibida demostró que el apoyo brindado por los miembros de los comités de empresa en Alemania había ayudado en la creación de entendimiento en común y una cultura laboral conjunta en los lugares de trabajo.
Oliver Zühlke, Presidente del Comité General de Empresa de Bayer AG, informó sobre el estado del sistema de participación en las fábricas de Bayer en China. Señaló que un 96% de los trabajadores está sindicalizado, y que en las fábricas de Bayer en la China se elige a los representantes de los trabajadores. Sin embargo, las relaciones laborales no sólo tienen la función de intercambiar información técnica y organizativa, sino también sirven para plantear preocupaciones tales como la desaceleración de la inversión o la migración económica.
En una entrevista que le hicieran en el foro sectorial, Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, dijo lo siguiente: “Se puede hablar para exigir que se apliquen las mismas normas a todos los empleados de determinada empresa multinacional. Al establecer buenas relaciones laborales en la China también se ayuda a los trabajadores en Alemania. La competencia no debe hacerse a expensas del costo de la mano de obra. Queremos contar con un sistema en el que todos los empleados puedan ejercer sus derechos fundamentales”.