22 octubre, 2019Docenas de trabajadores, miembros de la comunidad, organizaciones no gubernamentales, la policía y otros departamentos del gobierno se reunieron en la planta del fabricante de productos químicos Johnson Matthey (JM) en Germiston, Johannesburgo el 19 de octubre, para hacer campaña contra la violencia de género y el femicidio, que ha alcanzado niveles alarmantes en Sudáfrica.
La música, la poesía y un torneo de fútbol seis marcaron el evento en el que la dirección, los trabajadores y las comunidades firmaron el Compromiso de IndustriALL para poner fin a la violencia y el acoso a las mujeres en los lugares de trabajo y sindicatos.
Ruth Ntlokotse, segunda vicepresidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica y secretaria del Comité de las Mujeres de IndustriALL de Sudáfrica, una de las organizadoras de la campaña, expresó:
“La crisis de la violencia de género en Sudáfrica requiere que trabajemos juntos para detener el flagelo como sindicatos, comunidades, gobierno y grupos sociales. Los empleadores también tienen un importante papel que desempeñar porque la violencia de género también ocurre en el lugar de trabajo. Con el asesinato y violación de mujeres y niños en sus hogares, la violencia de género está destrozando familias y comunidades. Esto explica la importancia de apoyar grupos de defensa que se dirijan a los hombres para detener la violencia de género, ya que son los principales perpetradores”.
Ntlokotse, una química de laboratorio jefa, ha trabajado para JM durante 22 años. JM tiene actividades en 30 países, emplea a 14.800 trabajadores y es una de las empresas del Financial Times Stock Exchange 100. Sus productos incluyen tecnologías de control y emisión, procesos químicos que incluyen petróleo y gas, materiales de baterías, productos y sustancias químicas de metales y médicos y farmacéuticos.
Patrick Shai, un popular actor sudafricano que ha aparecido en muchas telenovelas y películas, y quien lidera el grupo de defensa Khuluma Ndoda, declaró:
“Las mujeres están viviendo con mucho dolor y temen ser apuñaladas y recibir disparos. Así que les decimos a los hombres: ustedes pueden cambiar y transformarse en mejores seres humanos. Amar no los hace inferiores. Tengamos esa conversación y detengamos la violencia contra las mujeres”.
Una mujer activista de la comunidad cercana expresó: “¿Por qué estamos siendo violadas todo el tiempo y cómo podemos ponerle fin? Obtenemos órdenes de protección de los tribunales, pero somos asesinadas incluso cuando tenemos esas órdenes de protección. Las mujeres ya han sufrido demasiado”.
Según las estadísticas penales (2017/2018) del servicio de policía sudafricano, 2930 mujeres fueron asesinadas, lo que representa aproximadamente una muerte cada tres horas. Esta situación convierte a Sudáfrica en uno de los países más peligrosos para las mujeres.