1 febrero, 2013El sindicato de trabajadores subcontratados PCSS, afiliado a la IndustriALL Global Union en la India, informa de un accidente mortal acaecido el 31 de enero, en el que murieron cinco trabajadores.
Sudha Bharadwaj, el asesor jurídico del sindicato de trabajadores subcontratados PCSS declaró:
Al enterarse del accidente, Shri Kalyan Singh Patel, secretario general de PCSS, envió inmediatamente a dos miembros (cuyos nombres se ocultan para protegerlos) y a un asesor jurídico al lugar del siniestro. Como no se permitía entrar en la fábrica a ninguna persona, incluidos los periodistas, había un fuerte despliegue de policía, y el recaudador y el comisario de policía, aunque estaban presentes, no recibieron llamadas, la investigación preliminar sólo podrá realizarse sobre la base de las discusiones con trabajadores, agricultores de Arjuni y Bhadrapali y los familiares de los trabajadores fallecidos. Está previsto un equipo común de varios sindicatos para la determinación de los hechos el 2 de febrero, después de lo cual se dispondrá de más detalles.
El PCSS informó de que el accidente tuvo lugar entre las 10.30 y las 11 de la mañana del 31 de enero de 2013. La tolva de ceniza volante situada en el quinto piso se desplomó, cayendo cuatro plantas. El aire polvoriento duró varias horas.
Los cinco trabajadores fallecidos son:
1. Roshan Verma, aprendiz, Aldea de Arjuni.
2. Poshan Verma, aprendiz, Aldea de Arjuni.
3. Suresh Shukla, trabajador permanente, Colonia de Ambuja.
4. Kamleshwar Singh, trabajador permanente, Aldea de Bhadrapaali.
5. Durgesh, trabajador subcontratado, Aldea de Saiha. Fue llevado hacia Raipur, pero devuelto a Palari donde sucumbió a causa de sus heridas.
Se dice que la capacidad de la tolva era de 170 toneladas, pero que estaba sobrecargada, posiblemente hasta 300 toneladas. La tolva se encontraba en estado ruinosos, y en realidad posiblemente hubiera sido precintada por al recaudador cuando procedió a un allanamiento meses antes.
En la fábrica no había protección contra incendios ni se disponía de personal de rescate formado especialmente para este tipo de accidentes. Por lo que respecta al rescate, hubo que llamar a personal especializado de la planta cementera próxima de Ultratech.
La compañía vertió agua sobre la ceniza volante, lo que dificultó la tarea de rescatar a los muertos y los heridos de los escombros.
A los trabajadores que se habían apresurado a ayudar se les ordenó que se marcharan.
A los familiares no se les permitió acudir al lugar del suceso, ni se les mostraron los cuerpos de los fallecidos.
El recaudador y el comisario de policía estaban en el interior de la planta, y no recibieron llamadas telefónicas.
A los periodistas se les negó también la entrada.
Aldeanos de Arjuni y Bhadrapaali se habían reunido a las puertas y pidieron que les dejaran pasar. Un joven escaló la verja y fue duramente golpeado por un guarda de seguridad de la compañía. Al ver eso, los aldeanos se enfurecieron y empezaron a gritar consignas. Fueron dispersados por la fuerza. Está claro que, a pesar de obtener buenos beneficios, la compañía economiza en el mantenimiento y en los salarios.