Read this article in:
Español
14 junio, 2018Las centrales sindicales de Brasil anunciaron que el 10 de agosto será un día nacional de lucha en defensa del desarrollo, la soberanía y la democracia
Durante la presentación de la “Agenda prioritaria de la clase trabajadora” en São Paulo, las centrales sindicales –entre ellas la Central Única de los Trabajadores de Brasil (CUT) y la Força Sindical - anunciaron que realizarán una huelga general el 10 de agosto.
Tanto la jornada de movilización como la agenda, buscarán impulsar a los trabajadores a asumir un protagonismo en la construcción de un proyecto de cambios para el país, que aspire a retomar el crecimiento, a generar empleos, valorizar el trabajo e impulsar la distribución de renta.
El disparador para comenzar estas iniciativas fue la profunda crisis económica que atraviesa Brasil y la crítica situación tanto política como institucional. El principal factor fue la consolidación del golpe parlamentario y judicial, el cual destituyó a la presidenta Dilma Rousseff y resultó en el gobierno impopular e ilegítimo de Michel Temer.
El gobierno tiene una agenda absolutamente contraria a los intereses de la clase trabajadora donde opta, por ejemplo, por la apertura de las reservas petroleras del pré-sal al capital extranjero, y la privatización de la energía, lo cual atenta contra la soberanía energética nacional.
Actualmente los trabajadores de la electricidad (CNE) realizan una huelga de 72 horas en contra de la privatización de Eletrobrás, el órgano del gobierno brasileño responsable de la generación y distribución de la energía eléctrica.
Otro ejemplo de la agenda nociva de Temer es la reforma laboral, la cual ya tuvo efectos negativos para la clase trabajadora, como el incremento de la economía informal, el desempleo y la legalización del trabajo precario.
Los trabajadores consideran que las elecciones de 2018 son una oportunidad para realizar un debate público de ideas y proyectos que ayuden a los votantes a definir a qué candidatos respaldar.
Por ello, le entregarán la agenda a los parlamentarios y candidatos dentro de una semana, antes de las elecciones, porque consideran que los gobernantes y parlamentarios deben estar comprometidos con transformaciones para lograr el desarrollo de Brasil.
El 12 de junio los representantes de las centrales sindicales se reunieron con el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maya, donde reafirmaron la necesidad de revocar la reforma laboral llevada a cabo por el gobierno de Michel Temer.
Los dirigentes aseguraron que la nueva ley laboral precariza las relaciones laborales y no ha creado puestos de trabajo.
Finalmente, las centrales sindicales solicitaron garantías para tener elecciones libres, apoyaron la candidatura del ex presidente brasileño, Luiz Inácio “Lula” da Silva, y pidieron su liberación.
El secretario regional de IndustriALL Global Union, Marino Vani, expresó:
“Es lamentable lo que pasa en Brasil. Felicitamos a las centrales sindicales por seguir en la lucha por un desarrollo sostenible para todos. Con el pueblo movilizado y en las calles se puede impedir todo este retroceso que se vive en Brasil, y reconstruir el país que queremos”