13 noviembre, 2013En los últimos ocho meses, la violencia contra los trabajadores se ha intensificado en Camboya. Recientemente, la policía disparó y golpeó a los trabajadores que se manifestaban por la mejora de las condiciones de trabajo en la industria de la confección.
El 12 de noviembre, los trabajadores marcharon hasta la oficina del primer ministro en Phnom Penh para solicitar ayuda a fin de resolver un conflicto con SL Garment. La reacción de la policía y de los militares fue el lanzamiento de chorros de agua, intensificándose la violencia hasta el extremo de que una mujer resultó muerta y al menos otras ocho personas gravemente heridas. Algunos de los trabajadores que se manifestaron fueron acusados de infracciones penales y encarcelados.
El conflicto en SL Garment comenzó al utilizar la dirección a la policía y tropas militares como guardas de seguridad en los locales de la fábrica. Los trabajadores se sentían amenazados por la presencia de policías armados, y consideraron que los cambios operativos se hacían en contra suya. El afiliado a la IndustriALL C.CAWDU trató de dialogar con la dirección, y solicitó la retirada de los militares y los policías armados, el despido del director que acosaba a los trabajadores, y que las operaciones volvieran a los cambios originales.
Al no obtener respuesta de la dirección, los trabajadores se declararon en huelga, huelga que ha durado tres meses. Las principales marcas que se abastecen en la fábrica han pedido a la dirección que vuelva a la mesa de negociaciones de buena fe, pero en vano. En lugar de eso, ha aumentado la presencia de tropas militares, creciendo también los sentimientos de ansiedad y frustración de los trabajadores. A pesar de la pérdida de una vida y de varios heridos, el propietario de SL Garment se sigue negando a mantener un diálogo constructivo con el sindicato.
La secretaria general adjunta de la IndustriALL Monika Kemperle dice:
La IndustriALL apoya a nuestro afiliado y solicita un diálogo constructivo con todas las partes interesadas en Camboya. Hacemos un llamamiento al Gobierno para que cese la violencia contra los trabajadores y pedimos a los propietarios de la fábrica que inicien un diálogo con los sindicatos o antes posible."
Crear buenas relaciones de trabajo con los sindicatos no sólo es beneficioso para los trabajadores, sino también para la dirección y, en definitiva, para el país. Esta tiene que ser la última vida perdida en Camboya por el desacuerdo entre la dirección y los trabajadores.