13 noviembre, 2013Ante la falta de iniciativas para enfrentar los efectos del cambio climático, IndustriALL Global Union ofrece una solución: una Transición Justa para aplicar políticas industriales sostenibles, que pueden crear un futuro esperanzador para los trabajadores de hoy y de mañana.
El cambio climático pone en peligro todo lo que representa el movimiento sindical: equidad, justicia social, trabajo decente. La ciencia es inequívoca. Existe una clara y urgente necesidad de adoptar medidas para limitar la alteración del clima: ya no se trata de prevenirla, sino de limitarla. El Tifón Haiyan /Yolanda, que ha coincidido con la actual ronda de negociaciones sobre el clima (COP19), pone de manifiesto la urgencia de que los países acepten firmes y ambiciosos objetivos de reducción de emisiones.
Como era de esperar, poderosas entidades interesadas están librando una campaña de desinformación y chantaje sobre los puestos de trabajo, con el fin de retrasar la acción. Esto no tiene nada que ver con la ciencia: se debe al hecho de que existen reservas de combustibles fósiles con un valor de billones de dólares, cuya valorización puede verse afectada por cualquier plan de acción.
Del mismo modo, no tiene nada que ver con una preocupación auténtica en favor de los trabajadores y trabajadoras. Los gobiernos y empresas que rechazan iniciativas para proteger el medio ambiente, y que ahora fingen tener preocupación por los puestos de trabajo, son los mismos que han atacado a los trabajadores y sus sindicatos durante décadas. Como ha dicho Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL Global Union:
Ésta es una guerra de clase. Mientras los multimillonarios preparan refugios para ellos mismos y para salvaguardar sus fortunas, los trabajadores tendrán que pagar el precio del cambio climático, del mismo modo como las poblaciones más pobres del mundo se verán obligadas a pagar, de manera desproporcionada, las consecuencias."
Según señala Raina, "Los gobiernos deben actuar ahora, en el interés de sus ciudadanos y de las generaciones futuras. Queremos un acuerdo justo, ambicioso y vinculante sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Queremos políticas industriales sostenibles que generen empleo decente en sectores de energía sostenible, y sistemas eficientes de producción más ecológica. Queremos acceso equitativo y seguro a alimentos, agua y energía para todas las personas. Además, necesitamos una Transición Justa para llegar a ese futuro, partiendo de la actual situación en que nos encontramos".
De todas maneras, viene una transformación. La elección que tenemos es si va a ser una lucha violenta por recursos como el agua, la energía, y la tierra fértil, desesperadas medidas de supervivencia de última hora que descartan por completo los derechos humanos y la protección social; o bien, si ha de haber una Transición Justa y ordenada que respete y proteja a los trabajadores actuales, creando a la vez nuevos puestos de trabajo decente en industrias sostenibles. Raina señala: "La economía de casino no tiene respuestas a estas preguntas. Tenemos que planificar un futuro de esperanza para todos los trabajadores, incluso para quienes trabajan en aquellos sectores que pueden verse afectados por iniciativas que se tomen para limitar los gases de efecto invernadero. Es simple justicia social".
Jyrki Raina concluyó diciendo: "No existe credibilidad si se ignora el cambio climático o si nos convertimos en los últimos defensores de lo indefendible Sí, tenemos la responsabilidad de preocuparnos por el empleo y la economía, pero no habrá puestos de trabajo en un planeta muerto."