12 mayo, 2022El 5 de mayo, la Confederación Sindical Internacional (CSI), LO Norway e IndustriALL realizaron un primer taller sobre la tecnología del hidrógeno como parte de la iniciativa Transición Justa y el sector de la energía. La iniciativa proporciona una plataforma para los sindicatos a nivel mundial donde intercambiar información sobre tecnologías de transición energética y los trabajos, capacidades, mercados, inversiones y emisiones relacionados con ellas.
Tipos de hidrógeno y sus tecnologías
“No hay ninguna industria que por sí sola pueda reemplazar a la industria del gas y el petróleo, en lo que respecta a los puestos de trabajo y los ingresos. Debemos tener en cuenta múltiples tecnologías diferentes a la hora de pensar hacia dónde van a hacer una transición los puestos de trabajo”,
expresó Kenneth Sandmo, director de políticas empresariales e industriales en la Confederación Sindical de Noruega (LO Norway).
Poniéndolo en perspectiva, Sandmo explicó que la industria del gas y el petróleo en Noruega emplea a más de 200.000 trabajadores directa e indirectamente. Dado que las proyecciones indican que el sector del hidrógeno creará aproximadamente 35.000 puestos de trabajo en este país, la tecnología del hidrógeno no debería ser el único foco de los sindicatos.
La tecnología del hidrógeno es clave para la descarbonización a largo plazo de las industrias y los sectores de alto consumo de energía, tales como el transporte pesado. Para obtener un mejor panorama de dónde se encuentran los puestos de trabajo y dónde podrían encontrarse, en el taller se analizaron las cadenas de valor del petróleo y el gas y del hidrógeno. Se obtuvo una idea más clara de dónde se encuentran los puestos de trabajo y hacia dónde existe la posibilidad de que los trabajadores hagan una transición en el futuro en la cadena de valor del hidrógeno al dividir ambas cadenas de valor en producción, procesamiento, distribución y consumo final (upstream, midstream, downstream).
Cadenas de valor del gas y el petróleo y del hidrógeno
Desde Brasil a EE. UU., Alemania y España a Japón, los sindicalistas expertos dejaron en claro que las vías de transición y las perspectivas de desarrollo de un sistema de la energía del hidrógeno que ponga a los trabajadores en primer lugar son desafiantes, pero no imposibles. Entre la incertidumbre, las perspectivas en conflicto, y a veces intereses opuestos de las empresas multinacionales, los estados y los trabajadores, los sindicatos deben asegurar que los trabajadores sean parte de la transición desde el inicio.
El gobierno alemán diseñó una estrategia para el hidrógeno en 2020, destinada a crear fuertes colaboraciones en el sector energético en todo el mundo.
“Sin embargo, el debate se ha visto dominado por detalles técnicos, sin una perspectiva obrera”,
expresó Patricia Kraft de DGB.
Con la participación de sindicalistas, miembros del comité de empresa y expertos en cadena de valores, DGB ha producido su propia bibliografía sobre la materia. Realizaron entrevistas con 20 expertos y elaboraron un documento de posición: Exigencias de los sindicatos para la economía del hidrógeno – hacia una fuerza laboral preparada para el H2.
“Hay que construir una gran cantidad de infraestructura nueva para el hidrógeno en Alemania; hay que readaptar la infraestructura del gas; también hay que solucionar los problemas del transporte: no es fácil transportar hidrógeno alrededor del mundo”,
afirmó Kraft. Otros sindicalistas expertos se mostraron de acuerdo, señalando que aún no hay soluciones en el mercado para los desafíos técnicos del transporte de hidrógeno a gran escala.
Los sindicatos españoles UGT y CCOO hablaron sobre la conversión de las refinerías al hidrógeno. El grupo Repsol está llevando a cabo un proyecto para readaptar sus cinco refinerías como intercambiadores de suministro, distribución y salida de hidrógeno para consumidores pequeños, especialmente para el transporte marítimo, la aviación y el transporte de productos pesados.
“Hay aproximadamente 30.000 trabajadores en nuestra industria del petróleo, si se incluye a los trabajadores de la distribución hay aproximadamente 70.000 más. No sabemos cuántos trabajos ofrecerá la distribución del hidrógeno. Donde se crean intercambiadores en el sector petroquímico, se ven trabajos de buena calidad. La producción de hidrógeno fuera de estos complejos ofrece salarios más bajos, menos derechos, menor poder de negociación y esto es una preocupación para los sindicatos”,
declaró Augustin Perez de UGT.
En Japón, el gobierno ha establecido una estrategia de crecimiento verde para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Once de los catorce sectores de crecimiento de la estrategia están vinculados con el hidrógeno.
Si bien la pandemia y la guerra en Ucrania han enlentecido la estrategia de hidrógeno de Japón, uno de los objetivos principales sigue siendo hacer accesible el hidrógeno y expandir la red de hidrógeno en el país. También están previstas grandes inversiones por parte de empresas de la energía para expandir el crecimiento de esta tecnología.
En EE. UU., la Ley de Trabajo e Inversión en Infraestructura proporciona financiamiento federal para hasta cuatro intercambiadores de hidrógeno. Chris Hannan del Consejo Sindical de la Construcción de Los Ángeles/Condado de Orange explicó que los sindicatos en California están comprometidos con alcanzar los objetivos climáticos del estado. Estos ven un futuro en el hidrógeno para los trabajadores especializados de hoy en el sector de la energía y están liderando una coalición para garantizar el financiamiento federal para un intercambiador de hidrógeno verde en el sur de California.
“El hidrógeno representa un trabajo de reemplazo, es un proceso industrial que también emplea trabajadores de la construcción altamente capacitados para construir las instalaciones y mantenerlas”,
expresó Hannan.
Anna Fendley de United Steelworkers explicó que también ve una gran oportunidad para el país, que potencialmente puede brindar nuevos puestos de trabajo para los trabajadores de las refinerías en EE. UU.
Daniel Gaio del CUT de Brasil explica que:
“Brasil fue pionero en las tecnologías del hidrógeno entre 2002-2005 con el plan nacional de hidrógeno. Fuimos una pieza importante en la protección climática, pero hemos dado un gigante paso hacia atrás”.
Con el interés en invertir en tecnologías más limpias, los sindicatos en Brasil tienen esperanzas de que la tendencia cambie, aunque esto depende en gran medida de las próximas elecciones.
Los participantes dejaron en claro que los sindicatos deben estar preparados para el cambio y deben adaptarse rápido. Garantizar una Transición Justa para los trabajadores en las industrias con alto consumo de energía, al igual que los derechos laborales, la salud y la seguridad, y los trabajos de buena calidad es una prioridad para los sindicatos.
Los sindicatos deben observar el panorama mundial para ver dónde están invirtiendo las empresas multinacionales, por ejemplo, la empresa alemana Siemens ha firmado un contrato con el gobierno de Irak para producir hidrógeno en ese país. IndustriALL tiene un Acuerdo Marco Global con Siemens que puede brindar poder de negociación a los sindicatos para exigir la participación de los trabajadores en el proceso de transición.
Este año se realizarán otros tres talleres sobre tecnologías de transición energética como parte de la iniciativa de Transición Justa en el sector de la energía:
- Captura y almacenamiento de carbono
- Energía eólica marina
- Baterías, energía solar, energía fotovoltaica