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24 junio, 2021Brasil superó el medio millón de muertes por la COVID-19. Las organizaciones sociales y sindicales desarrollaron actos multitudinarios para responsabilizar al presidente Jair Bolsonaro por la mala gestión de la pandemia y pedirle que dimita.
Más de 750 mil personas participaron en las movilizaciones del 18 y 19 de junio para responsabilizar a Bolsonaro por las más de 500.000 muertes de brasileños durante la pandemia del coronavirus, según datos oficiales del Ministerio de salud. El país tiene el 2,8% de la población del planeta y hasta el momento contabiliza un 30% de las muertes por la coronavirus del mundo. Con banderas con la frase “Fora Bolsonaro” (fuera Bolsonaro) lo culparon por el hambre, la pobreza y la falta de inversión tanto en el sistema de salud como en la generación de empleo.
Las manifestaciones ocurrieron al mismo tiempo que se desarrolla en el Senado una investigación sobre la conducción de la pandemia por el gobierno. Algunas de las declaraciones afirmaron que el Gobierno dejó de negociar y adquirir vacunas en 2020 e ignoró correos electrónicos de las farmacéuticas. Señalaron que perdió tiempo al fomentar la adopción de remedios ineficaces contra el Covid-19 (como la cloroquina), además de no incentivar el uso de tapabocas o el confinamiento.
Los actos se efectuaron en 427 ciudades de Brasil y en 17 países en el extranjero. Algunas de las movilizaciones más concurridas fueron en Río de Janeiro, donde el acto reunió alrededor de 70 mil personas, y en Porto Alegre donde sumaron más de 50 mil participantes. En Washington, Estados Unidos un grupo de brasileños y estadounidenses pidió la salida del “genocida Bolsonaro” frente a la Casa Blanca, residencia oficial del presidente Joe Biden.
Aseguran que el presidente implementó una política irresponsable y negligente que le negó al pueblo brasileño el derecho a tener la vacuna a tiempo para salvar vidas. Señalan que también les negó una ayuda de emergencia digna que le permitiera a las personas quedarse en su casa y protegerse del contagio del virus.
La situación es realmente crítica en el país. Según cifras del Instituto brasilero de geografía y estadística (IBGE), hay un desempleo record de 14,8 millones de personas, 34 millones en la informalidad, un aumento de la inflación en los últimos 12 meses que alcanzó el 8,09% y un aumento de los precios de los artículos esenciales de la canasta básica que repercuten en el hambre de la población.
Además, afirman que, en lugar de impulsar una política de desarrollo para que el país salga de la crisis, el gobierno impulsa reformas laborales que le quitan derechos a la clase trabajadora, busca privatizar servicios públicos y vender empresas estatales como Eletrobrás. Las centrales sindicales afirmaron que convocarán a nuevas acciones para el 24 de julio a fin de persistir unidos en la lucha contra Bolsonaro.
Por su parte, el secretario regional de IndustriALL Global Union, Marino Vani, expresó:
“Nos solidarizamos con el pueblo de Brasil. Felicitamos a quienes luchan para reconstruir la democracia, la soberanía jurídica y económica del país. Este es el camino y no podemos bajar los brazos; necesitamos organizar a los trabajadores para superar esta aberración, este gobierno fraude, entreguista y miliciano. Si no se va, habrán más pobres, muertos y el país quedará a merced de las trasnacionales.
Seguiremos apoyando la construcción de IndustriALL Brasil, para tener un gobierno de los trabajadores, construir propuestas y recuperar los derechos que fueron saqueados. Necesitamos reindustrializar el país, apoyar la demanda interna, y contar con políticas sociales para fomentar la generación de empleo y renta. “