3 diciembre, 2019El lunes 2 de diciembre, en Madrid, España, comenzó la 25.a Conferencia de los Estados Parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, también conocida como la COP25. El director de sostenibilidad de IndustriALL, Brian Kohler, comparte sus impresiones.
Es difícil familiarizarse con la atmósfera de una conferencia como esta en su primer día.
Se respetaron las formalidades habituales, así como hubo solemnes declaraciones acerca de la urgencia de lo que se conoce cada vez más como una crisis climática, o emergencia climática, en lugar de simplemente cambio climático. El movimiento juvenil, liderado por Greta Thunberg, ha tenido un gran impacto. Nadie que haya prestado atención a los datos científicos puede dudar de que el mundo realmente esté enfrentando una crisis.
Se suponía que esta COP se realizaría en Santiago de Chile, hasta que a último momento el presidente Piñera decidió que los disturbios en esta ciudad significaban que ya no podría garantizar la seguridad de los delegados, como si los manifestantes chilenos fueran los violentos y no la policía, que ya había matado a 24 personas y herido a más de 2200. La situación en Chile que condujo a este cambio no se debe ignorar: la inestabilidad política es un síntoma de la desigualdad y el malestar general que se siente en todo el mundo, algo que en sí mismo es agravado por el cambio climático y sin duda complicará todo esfuerzo para lidiar con la crisis climática. España dio un paso al frente y la COP se celebrará durante las fechas programadas originalmente. Dada la poca cantidad de tiempo disponible para que España pudiera organizar un evento tan grande, fue una hazaña notable y realmente se merece un aplauso por conseguirlo.
En las observaciones de Carolina Schmidt, de Chile, se mencionó la necesidad de una Transición Justa, pero gran parte del primer día estuvo marcado por cuestiones de procedimientos.
El asunto pendiente de las “medidas cooperativas”, según el artículo 6 del Acuerdo de París, será un tema bastante grande. El artículo 6 apela al uso de la cooperación voluntaria e implica el intercambio de emisiones de carbono. Obviamente, para que el sistema de intercambio de emisiones a nivel mundial pueda funcionar, las reglas tienen que ser claras y se debe mantener una transparencia total.
Los delegados sindicales comenzaron a llegar, pero dadas las limitaciones en el horario de registro de la COP, mañana seremos más.
Es interesante ver cómo el concepto de la Transición Justa se está incorporando incluso en las relaciones públicas de los Estados Parte de la COP, como se puede ver en la foto adjunta. Esto es tanto un halago como un desafío. Obviamente me complace que la Transición Justa haya pasado a formar parte de la discusión central en esta conferencia, ya que es el resultado de muchos años de trabajo del movimiento sindical. No obstante, existe el peligro de que la expresión sea acaparada y redefinida por otros actores de acuerdo a sus prioridades. Debemos estar atentos para que el mensaje de la Transición Justa se mantenga claro.