22 marzo, 2018El año 2015 debe celebrarse como el año que dio vida a la larga lucha que ha realizado el movimiento sindical en favor de la sostenibilidad y la justicia social. La 'Transición Justa' es un importante punto de referencia para IndustriALL, y especialmente para los sindicatos de la industria del carbón por jugar un papel significativo al influir en los resultados de la Conferencia de París sobre Cambio Climático que produjo un acuerdo que posteriormente ha sido adoptado por agencias de la ONU y por varios gobiernos, comunidades y organizaciones no gubernamentales (ONG).
Una "Transición Justa" para alcanzar justicia económica, social y ambiental tiene como objetivo minimizar el impacto en los trabajadores/as y las comunidades de la rápida transición hacia una economía baja en carbono. Sin embargo, el concepto corre el riesgo de ser utilizado impropiamente por regímenes de acumulación.
El capitalismo como sistema plagado de crisis siempre busca oportunidades para lograr ganancias. Como plantea el filósofo norteamericano Noam Chomsky, la clase empresarial es muy consciente, con una "ideología marxista vulgar" que tiene compromisos y valores al revés. La crisis financiera de 2008, que los gobiernos debieron resolver rescatando a los grandes bancos con dinero de los contribuyentes mientras los ejecutivos bancarios ocultaban su botín, fue considerada como si hubiese sido la única crisis mundial importante: sin embargo no se prestó atención a las crisis ecológicas causadas por la actividad minera.
La dinámica más eficaz para promover la plena realización de las resoluciones y deseos del movimiento sindical puede lograrse implementando las directrices de la Política Industrial Sostenible de IndustriALL que se basan en las tres dimensiones en que hace hincapié el concepto de una Transición Justa, es decir, las dimensiones económica, social y ambiental. En particular, la dimensión social exige que velemos por los intereses de los trabajadores/as (la fuerza de trabajo) y de las familias y comunidades que dependen de ellos.
La cantidad cada vez mayor de estrategias de mercadeo ecológico debería servir como alarma para garantizar que todas nuestras campañas se ejecuten con una dimensión cada vez mayor de Transición Justa. Ha logrado incentivarnos a todos para participar en iniciativas de recuperación económica, pero sin tomar en cuenta las crisis ecológicas.
Este aumento del mercadeo verde debería servir como una llamada de atención para que los sindicatos estén atentos, impidiendo que las corporaciones implementen estrategias orientadas al lavado de imagen verde. Por el contrario, los sindicatos, junto con la sociedad civil, deberían trabajar identificando maneras de terminar con la dependencia de los combustibles fósiles y participar en una economía más verde en base a las condiciones que nosotros exigimos. El constante apoyo al carbón como "fuente de creación de empleo" seguirá teniendo éxito con las empresas multinacionales que no están interesadas en resolver el problema de las emisiones de carbono, pero que pretenden beneficiarse del agotamiento del recurso mientras todavía exista y siguen contaminando el medio ambiente. Además, es importante señalar que las EMN no están muy interesadas en crear trabajo decente y seguro, ni en proteger la salud y seguridad de sus trabajadores y trabajadoras.
Si no se pone en práctica el informe de IndustriALL sobre sostenibilidad, se eximirá a los gobiernos de su responsabilidad de velar por los trabajadores/as y sus comunidades mientras se explote la naturaleza en busca de ganancias.