18 noviembre, 2016Último blog del director de sostenibilidad de la IndustriALL, Brian Kohler, sobre el undécimo día, 17 de noviembre, de la vigésimo segunda Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22), en Marrakesh (Marruecos).
El jueves por la noche, la Partes (gobiernos) en la COP22 aprobaron la Proclamación de Acción de Marrakech para el Clima y el Desarrollo Sostenible, inmediatamente denominada por el acrónimo PAM.
El objetivo de la COP22 era proporcionar una hoja de ruta para la aplicación del Acuerdo de París. La verdad es que se ha avanzado en varios frentes. Sin embargo, los gobiernos tienen que mostrar aún más ambición para alcanzar el objetivo de 2 grados centígrados o menos. La financiación del clima es todavía insuficiente. A pesar de que están llegando promesas de fondos de varios Estados miembros, las estimaciones científicas de las cantidades requeridas aumentan todavía con mayor rapidez. Irónicamente, los gobiernos gastan mucho más dinero en subvencionar a las industrias de combustibles fósiles de lo que exige el fondo para el clima.
Las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) deben ser verificables, y los sindicatos y oras agrupaciones de la sociedad civil deben tener acceso a ellas y poder analizarlas. A este propósito, es preocupante escuchar que varios gobiernos confían en el sector privado, o en asociaciones público-privado, para alcanzar los objetivos de las emisiones, Si bien todos esperamos que los miembros del sector privado intensifiquen sus actividades, no se puede confiar en el denominado mercado libre por sí solo para tener un futuro sostenible. Se necesitan políticas públicas en interés del público, en particular políticas industriales sostenibles y programas de transición justa.
Hay muchos motives para ser optimistas respecto a la PAM. En la COP22 ha habido realmente buenas deliberaciones sobre la diversificación económica, la transformación y la transición justa. Aunque hay que definir aún detalles, es una señal muy positiva.
La transición justa se ha convertido en una de las frases más utilizadas en esta COP, pero todavía hemos de asegurarnos de que se respeta plenamente la dimensión social de la sostenibilidad. En la PAM se dice que “la transición en nuestras economías necesaria para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París proporciona una oportunidad positiva sustancial para aumentar la prosperidad y el desarrollo sostenible”. Se trata de una declaración bastante fuerte. Los sindicatos tienen que dar prueba de gran actividad y vigilancia para tener la seguridad de que transición justa significa lo que queremos que signifique, y no se utiliza meramente como una etiqueta para otras prioridades.
Para resolver totalmente el problema del clima es esencial resolver la cuestión de la energía sostenible. Veremos cómo evoluciona el próximo año la aplicación del Acuerdo de París, y qué efectos tendrá la elección de Donald Trump en Estados Unidos sobre los esfuerzos globales para estabilizar el clima.
La COP23 se celebrará en Bonn bajo la presidencia de Fiji.