5 septiembre, 2012La IndustriALL Global Union ha intervenido en apoyo de los trabajadores de la fábrica de calzado de Bata en México, muy afectados por la colusión entre la compañía y las autoridades laborales.
Calzado Sandak, una fábrica de Bata en Tlaxcala, al este de México, cerró ilegalmente el pasado mes de julio sin avisar previamente a los trabajadores del cierre, sin consultar al sindicato que representa a los trabajadores en la fábrica y sin solicitar la autorización previa de las autoridades, como lo exige la ley.
Como protesta contra la decisión, el sindicato independiente en la fábrica, el, Sindicato de Único de Trabajadores de Calzado Sandak, que está vinculado al Frente Auténtico del Trabajo, declaró una huelga. Los trabajadores han organizado piquetes ante la factoría durante más de un año, para impedir que se lleven la maquinaria, y han pedido que se reabra la fábrica.
El 20 de agosto, después de que un tribunal federal considerara “inexistente” la huelga, un representante de la compañía entró en la fábrica con un equipo de guardas de seguridad y rompió los precintos colocados por las autoridades locales. Cuando se acercaron los trabajadores, los guardas de seguridad arremetieron contra ellos, los empujaron y los golpearon. Dos trabajadoras tuvieron que ser atendidas en el hospital.
La compañía alegó que el cierre se debía a la insuficiencia de pedidos, pero sus acciones prueban que la causa es otra. Después de cerrar la fábrica y de dejar en la calle a sus trabajadores, la compañía recurrió a la subcontratación del trabajo a los empleados despedidos, para que lo hicieran en su casa o en pequeños talleres, donde se ha encontrado a menores de edad trabajando doce horas al día por un salario mínimo.
No es sorprendente que la compañía optara por ignorar la ley, según la cual tenía que obtener la aprobación previa de las autoridades laborales sobre la base de un examen de los resultados de la compañía y una evaluación de si estaba justificado el cierre.
México es bien conocido por sus represalias sindicales amparadas por la ley, y este caso no es una excepción. La autoridad local no ha hecho nada por defender los derechos de los trabajadores y de su sindicato ni ha invalidado la acción ilegal de la compañía.
La IndustriALL Global Union ha escrito a Bata, y la ha amenazado con presentar una queja ante la OCDE por violación de sus Directrices para las empresas multinacionales. El sindicato mundial ha pedido que la compañía reabra la fábrica y entable previamente negociaciones con el sindicato y cumpla las prescripciones legales en caso de futura reestructuración. La IndustriALL ha escrito también a las autoridades mexicanas pidiéndoles que se cumpla la ley y que se proteja la seguridad de los trabajadores.