14 noviembre, 2013Desde hace 10 años, los sindicatos de Irak se han movilizado, haciendo campañas para que el gobierno apruebe una nueva legislación laboral y sindical. Sin embargo, en la actualidad, siguen en vigencia, y se aplican con rigor, las leyes de 1987, que se remontan a la época de Saddam Hussein. Esta legislación impide que los sindicatos lleven a cabo actividades sindicales en forma normal.
A pesar de la represión, los trabajadores iraquíes han logrado crear sus propios sindicatos y, en los últimos años, seis sindicatos iraquíes que representan a los trabajadores de nuestras industrias se han afiliado a la IndustriALL Global Union. El 10 de julio de 2013, se registró un intento de coordinar y consolidar fuerzas, cuando estos sindicatos se reunieron en Bagdad para crear un nuevo Consejo Nacional de IndustriALL Global Union, lo que constituyó un paso importante hacia la unificación en la lucha por una nueva legislación sindical. Kemal Özkan, Secretario General Adjunto de IndustriALL, estuvo presente en la reunión de fundación.
Apoyamos vigorosamente a nuestros afiliados, en su exigencia para que el gobierno de Irak respete los derechos de fundar y de afiliarse a sindicatos en los sectores privado y también público, así como el derecho de libertad de reunión y manifestación. Es imprescindible que se promulgue, como cuestión de urgencia, legislación laboral y sindical justa y equitativa que respete los derechos de los trabajadores, y que cumpla con la normativa de la OIT.
En Irak, aproximadamente el 80% de todas las industrias están en el sector público. Es espantoso palpar que sigue vigente la infame Ley Pública 150, a pesar del derrocamiento de Saddam, hace ya mucho tiempo. Esta ley prohíbe toda actividad sindical en el sector público; Irak todavía carece de un marco legal que rija las relaciones laborales siguiendo las normas de la OIT. La legislación laboral de Irak, tal como se aplica actualmente, niega derechos fundamentales a los sindicatos y sus miembros.
Durante su visita a Irak, Kemal Özkan se reunió también con el Sr. Osama Al-Nujaifi, Presidente del Parlamento de Irak, el Sr. Nassar Al-Rubuiee, Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, y el Sr. Yonadam Kanna, Presidente de la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales en el Parlamento, para conversar sobre la legislación vigente. IndustriALL dejó en claro que la nueva ley debe cubrir el sector público. La legislación también debería facilitar la creación de nuevos sindicatos, procurando que los requisitos que se exijan cumplan con los preceptos y normas de la OIT: se debe permitir que los sindicatos determinen y establezcan sus propias estructuras democráticas, y la ley debe ofrecer garantías efectivas contra la injerencia en las actividades del movimiento sindical por parte del gobierno y las empresas.
"Nuestra misión fue muy oportuna", señaló Kemal Özkan de IndustriALL, quien agregó:
Si la legislación sindical no se aprueba ahora, nadie sabe cuándo se presentará otra oportunidad, y no podemos seguir esperando año tras año."
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, dijo:
Desde hace 25 años, se ha estado negando a la gran mayoría de los trabajadores iraquíes el derecho fundamental de libertad de sindicación. Después de que el gobierno prometiera reiteradamente en los últimos años modificar la ley sindical, finalmente parece que el Parlamento iraquí está a punto de hacerlo. Sin embargo, los proyectos de ley más recientes revelan una falta de voluntad política para hacer frente a los grandes defectos de la legislación de la época de Hussein; entre estos problemas figura la necesidad de extender al enorme sector público el derecho legal de gozar de la libertad de sindicación. Esto es inaceptable. Instamos al Parlamento a no desperdiciar esta oportunidad para que, por fin, promulgue legislación que cumpla las normas internacionales."
Teniendo esto en mente, IndustriALL Global Union, en colaboración con la Confederación Sindical Internacional (CSI), está poniendo en marcha esta campaña. Utilice la petición en línea relacionada con este artículo para escribir al Presidente del Parlamento de Irak, y al Presidente de la Comisión Parlamentaria de Trabajo y Asuntos Sociales. Registre su apoyo urgente para que se promulgue una nueva legislación laboral que respete los derechos fundamentales de los trabajadores.